En el Metro Hidalgo también hay lugar para la espera
Ampliar la imagen No todo es aglomeración en las líneas de transbordo Foto: La Jornada
No todo es aglomeración y aun en las estaciones de transbordo hay lugar para la espera. No es hora pico: hombres y mujeres comparten vagones. Espera al final del andén. Es un cuarto de hora tedioso en el que mantiene fija la mirada. El hacinamiento que caracteriza a la estación Hidalgo ha cedido por el momento.
Es mediodía. La presencia en el pasillo de uniformados y trabajadores del sistema de transporte colectivo es nula.
Recargada sobre un anuncio, de brazos cruzados y con una pierna flexionada, hace un leve movimiento de muñeca para observar su reloj. Escucha música, se encuentra ensimismada. No observa, ni de reojo, a los demás pasajeros. Convoyes van y vienen. Los más cercanos se dirigen a Tasqueña. No hay empellones, tampoco codazos.
Cuando por fin aparece su acompañante, su gesto se convierte en reclamo. Un saludo apenas respondido y ambos se suben en el siguiente tren.