Inicia hoy mantenimiento al emisor central para prevenir grandes inundaciones

En marcha, cuatro plantas de bombeo para desalojar el drenaje profundo

Ebrard frena intentos de Luege por atribuir al gobierno federal recursos para las obras

Ángel Bolaños Sánchez

Al poner en funcionamiento cuatro plantas de bombeo para el drenaje superficial del valle de México, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon –en compañía del gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, y el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo–, informó que hoy quedará desecado el emisor central o sistema de drenaje profundo para comenzar los trabajos de inspección y reparación con el propósito de prevenir inundaciones por alguna falla en el túnel.

Ante los intentos de Luege Tamargo por adjudicar en su discurso al gobierno federal las obras realizadas con recursos del Fideicomiso 1928, provenientes del pago que hace el gobierno de la ciudad por derechos y aprovechamientos del agua en bloque, y la presencia en el acto de gran número de funcionarios de la Conagua con cascos y camisas de color azul con el distintivo de la dependencia impreso, Ebrard Casaubon aclaró que el decreto que obliga a la Federación a invertir los citados recursos en beneficio de la misma entidad data de 2004.

Ebrard recordó que los únicos trabajos que se hicieron para recuperar la capacidad de desalojo de aguas residuales en los últimos 15 años, fueron de la pasada administración local, con recursos propios, al construir las plantas de bombeo 18+500 del Gran Canal y de Río Hondo, con las que el primero recuperó su capacidad de desalojo de 12 metros cúbicos de agua por segundo, después de haber llegado a un mínimo de 10 metros cúbicos en 2000, mientras la segunda incrementó la capacidad del Interceptor Poniente de 20 a 30 metros cúbicos por segundo.

Pero faltaban otras cuatro obras que son las que se inauguraron ayer. “Hay un decreto de 2004 según el cual los derechos o pagos que hacemos las entidades federativas, en este caso el Distrito Federal, debemos participar en el comité técnico del Fideicomiso 1928 para determinar cuál es el destino de esos recursos; entonces, los casi 600 millones que se invirtieron en estas cuatro grandes obras provienen de pagos que ha hecho el gobierno de la ciudad a la Comisión Nacional del Agua, que después se dispusieron en el fideicomiso”, señaló.

Antes, Luege Tamargo había dicho que la construcción de las cuatro plantas y la asignación de los recursos financieros fue una decisión del gobierno federal, con la participación conjunta del Distrito Federal y el estado de México; incluso se adelantó al gobierno capitalino al publicar ayer mismo un desplegado con el encabezado “El Gobierno federal entrega al GDF obras que permitirán la supervisión del drenaje profundo” (sic).

En su participación, el gobernador Peña Nieto convocó a elaborar un programa rector que comprometa a los tres gobiernos, sin distinción de orígenes partidarios ni visiones particulares, a atender el tema del abastecimiento y suministro de agua a la población, así como del saneamiento de las aguas residuales en esta gran metrópoli, asuntos, advirtió el mandatario mexiquense, que “no respetan fronteras”.

El jefe de Gobierno recordó que su administración propuso dar trato de emergente a las obras para agilizar su realización, muestra de lo cual es que la planta de bombeo del Gran Canal, Kilómetro 18+600, se realizó en ocho meses, cuando su tiempo de ejecución es hasta de tres años.

En el Dren General del Valle y la laguna de regulación Casa Colorada, ayer también entraron en operación las plantas de bombeo Casa Colorada y Canal de Sales, esta última rehabilitada, así como la de Vaso de Cristo, en la zona de transición del túnel emisor oriente, que permitirán cerrar las últimas compuertas del emisor central para desecarlo por completo.

“Vamos a entrar al emisor central. Se van a hacer las reparaciones necesarias, lo haremos cada año y no tendremos ninguna gran inundación.

“A partir de esta fecha podremos manejar hasta 50 metros cúbicos adicionales de aguas residuales o pluviales para desalojarlas de la ciudad y la zona conurbada, de manera que toda la población tenga seguridad y tranquilidad respecto a cómo estamos manejando este riesgo”, apuntó Ebrard.