El cardenal se reunió con el presidente Raúl Castro al término de su gira por la isla
El Vaticano ha pedido a EU el cese del bloqueo a Cuba: Bertone
Transmite la preocupación de la Iglesia católica por los presos, “en el máximo respeto a la soberanía del país”
Espera el religioso un nuevo impulso en las relaciones con el Estado
Ampliar la imagen El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarsicio Bertone, conversa con el presidente Raúl Castro, y el canciller Felipe Pérez Roque (a la derecha), en el Palacio de la Revolución, en La Habana, en lo que fue la primera audiencia del gobernante cubano con un dignatario extranjero Foto: Reuters
La Habana, 26 de febrero. El cardenal Tarsicio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, se entrevistó el martes con el presidente Raúl Castro al concluir una visita a Cuba, en la cual reveló que la Santa Sede no sólo rechaza el bloqueo económico a la isla, sino que ha pedido directamente a Estados Unidos el cese de esa medida unilateral.
La audiencia de esta tarde fue la primera que concede el mandatario cubano a un dignatario extranjero, y permitió al prelado llevarse al exterior la primera impresión directa de la dirigencia de La Habana, tras la elección del Consejo de Estado el domingo.
Bertone había dicho el lunes que El Vaticano mantiene viva la condena al bloqueo que formulara el Papa Juan Pablo II durante su visita a Cuba, en enero de 1998.
“La Santa Sede confirma exactamente las palabras de Juan Pablo II: el bloqueo es éticamente inaceptable. Es una opresión para el pueblo cubano”, señaló el cardenal. “No es el medio para ayudar a un pueblo a tener, a conquistar su dignidad, su independencia. Es una violación de la independencia del pueblo. Esta es la verdad. El Vaticano confirma ese juicio y hace tentativas de impulsar a Estados Unidos a eliminar este bloqueo”.
Agregó que él mismo ha pedido al gobierno de Washington que facilite el rencuentro entre familiares que se hallan a uno y otro lado del Estrecho de la Florida. “Es una medida humanitaria. La más razonable que se puede pensar, que se puede hacer. Nosotros haremos nuestros esfuerzos en esa dirección como representantes del Papa y de la Santa Sede”.
Entre otras medidas de coerción contra Cuba, el gobierno de George W. Bush endureció más aún las restricciones de viaje a la isla para los cubanos residentes en Estados Unidos, al autorizar legalmente sólo una visita cada tres años.
La ratificación de la línea contra el bloqueo y la confirmación de que la diplomacia vaticana ha sido activa ante Washington, parece ser una pieza decisiva para construir el ambiente de la visita, en parte de convergencias, en parte de planteamientos francos del Vaticano sobre su visión del trabajo de la Iglesia en Cuba, todo matizado con deferencias del gobierno hacia el cardenal.
La televisión mostró esta noche escenas del encuentro entre Bertone y Castro, quien en su primera tarea diplomática como presidente vistió traje civil azul oscuro y estuvo acompañado por los vicepresidentes Carlos Lage y Esteban Lazo y el canciller Felipe Pérez Roque, entre otros funcionarios.
También asistieron el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, y el nuncio apostólico Luigi Bonazzi, además de algunos obispos. El telediario nocturno dijo que se “examinaron la marcha de las relaciones del Estado cubano con la Santa Sede y la Iglesia católica en Cuba”, sin agregar detalles.
Poco antes de viajar de regreso a Roma, el cardenal dijo que deseó éxitos a Castro y le confirmó “el compromiso de la Santa Sede de promover el acercamiento del mundo a Cuba”; que su conversación puso énfasis en “los retos que presenta el mundo de los jóvenes” y que, atendiendo peticiones, “en el máximo respeto de la soberanía del país y de sus ciudadanos” transmitió al mandatario “la preocupación de la Iglesia para con los presos y sus familiares”.
Breve balance de la visita
En un breve balance, Bertone dijo que quería ver en su viaje “un nuevo impulso en el camino de las relaciones” entre la Iglesia y el Estado, que serán “siempre desafiantes, pero también llenas de oportunidades para promover el bien común de los cubanos”.
El cardenal dijo que había compartido con los obispos cubanos “los retos pastorales, las angustias y aspiraciones de la Iglesia” en la isla.
En la noche del lunes Bertone había ofrecido en la Nunciatura Apostólica una cena a la que asistieron Lage y Pérez Roque, además de otras autoridades y obispos.
El secretario de Estado dijo ahí que encontraba un “espíritu de concordia” que podría desembocar en una nueva situación que “facilitará nuestras relaciones recíprocas”.
“Sin pretender establecer criterios sobre aspectos que no son de mi incumbencia”, añadió el cardenal, aludiendo al equipo dirigente encabezado por Raúl Castro, “pido a Dios que les dé luz para que sepan en toda ocasión dirigir el destino del país, favoreciendo siempre la convivencia, la solidaridad, el bien común y el respeto por los derechos humanos”.
Ratificó a las autoridades locales una idea constante en su visita: “La Iglesia católica, de acuerdo con la misión que le es propia, está siempre dispuesta a colaborar con las instituciones civiles de la nación”.
En un gesto que no es habitual, el diario oficial Granma publicó textualmente una declaración de los obispos católicos, que en la víspera manifestó su esperanza de que el gobierno de Raúl Castro realice las anunciadas “medidas trascendentales” de reforma.
Una conferencia de prensa de Bertone y Pérez Roque fue transmitida en forma íntegra por la televisión y Granma dedicó el martes media plana interior y más de un tercio de su portada a reseñar la presencia del enviado papal.
Esas deferencias, más la presencia de autoridades durante el recorrido de Bertone, se produjeron al mismo tiempo que el secretario de Estado se expresaba con claridad, por ejemplo, para refrendar el rechazo al aborto o para demandar un mayor campo de acción que permite a la Iglesia católica desempeñarse en la isla con la “libertad debida”.
Este martes el secretario de Estado también se reunió con periodistas católicos, a quienes confió que las autoridades le habían anunciado que habrá “más apertura en la prensa, en la radio, así como, en casos excepcionales, en la televisión”, según reportó la agencia católica italiana Sir.