“Lista”, estrategia para cultivar transgénicos
Al constituir el comité pro biotecnología, agricultores de Tamaulipas y de la Comarca Lagunera asentaron que el rezago en el uso de la semilla de maíz transgénico en zonas que no son de origen impide que eleven su productividad en al menos 20 por ciento, lo que afecta sus ingresos.
Florentino Martínez Álvarez, presidente de la cooperativa agropecuaria de la Comarca Lagunera; Juan Sánchez Ruelas, líder de la Fundación Produce, de Tamaulipas, y Martín Cabrera, dirigente de la Unión Regional del Norte de Tamaulipas, consideraron urgente aplicar la biotecnología no sólo para la producción de maíz, sino para papa, jitomate, soya, canola y alfalfa.
Por su parte, el subsecretario de Agricultura, Francisco López Tostado, comentó que el reglamento de la ley de bioseguridad podría publicarse antes de que concluya el primer semestre de este año. “La espera ha sido un poco larga porque el esquema de coordinación no sólo compete a la Sagarpa, sino a otras instancias que han revisado minuciosamente sus responsabilidades y quieren asegurarse de tener todo ordenado, dada la importancia del tema, y que no se genere ninguna sospecha de que se va a arriesgar a México”, dijo.
La seguridad del país requiere un trabajo muy cuidadoso, y por eso se identifican las zonas donde los riesgos serían menores, abundó. Confió en que para el siguiente ciclo agrícola, en esos sitios ya se empiece a siembrar maíz transgénico. La Sagarpa ya tiene la estrategia para detonar los proyectos, afirmó.
En tanto, dirigentes campesinos de Tamaulipas y la Comarca Lagunera advirtieron que “seguir entregando Procampo no resolverá el problema de la productividad, lo que se requiere es el uso de tecnologías más actuales para mantener a los agricultores en su lugar de origen y no discriminar a nadie en el uso de ellas”, destacaron.
Agregaron que en Tamaulipas, 25 mil agricultores están dispuestos a destinar un millón de hectáreas a la siembra de dichos cultivos transgénicos. “Ya están convencidos de que esta herramienta es adecuada y que en el caso del maíz, el precio de las semillas modificadas no es sensiblemente más elevado que la híbrida, cuyo costo va de mil 500 a mil 600 pesos el bulto de 20 kilogramos, mientras que el de las primeras oscila entre mil 600 y mil 700”.
No descartaron que ya existan siembras de maíz transgénico en Tamaulipas, Chihuahua y otros estados del norte del país. “Creemos que más de un productor está utilizando esas semillas, y eso seguirá creciendo, aunque no tengan el permiso de la autoridad, debido a los beneficios del cultivo”.
Por ello, insistieron en que las autoridades ya publiquen el reglamento de la ley de bioseguridad, porque “necesitamos validar el material modificado genéticamente y definir cuál es el más adecuado para la región ”.
La decisión de iniciar las siembras experimentales debe ser producto más de un análisis económico que político; “no hay motivo para que impidan su siembra”, acotaron.