Economía, inmigrantes y seguridad, temas centrales
Rodríguez Zapatero gana el debate con Mariano Rajoy, según encuestas
Madrid, 25 de febrero. El candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, y Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular (PP), sostuvieron esta noche su primer debate televisivo de cara a las elecciones del 9 de marzo, en el cual el presidente del gobierno se impuso sobre el aspirante conservador, de acuerdo con las encuestas.
La cadena privada de televisión Cuatro señaló que Rodríguez Zapatero logró convencer a los electores con 45.4 por ciento de aceptación, frente a 33.4 por ciento de Rajoy, en lo que fue la primera vez en 15 años que dos aspirantes a la jefatura de gobierno sostienen un debate transmitido por televisión, el cual se estima fue seguido por más de diez millones de personas.
La televisora La Sexta dio como ganador al presidente con 45.7 por ciento, frente a 30.1 de Rajoy, mientras Cadena Antena 3TV otorgó al aspirante socialista 45.5 por ciento y al líder opositor 39.3 por ciento.
El debate, en el que ambos contendientes se acusaron de mentir al país, y del que habrá una segunda vuelta en una semana, podría ser determinante para los comicios, ya que según las encuestas, 30 por ciento de los electores está indeciso.
Por lo pronto, sondeos divulgados el domingo anticiparon una ventaja para Rodríguez Zapatero con 42.3 por ciento contra 38.6 por ciento para Rajoy, indicó el El País, mientras otra encuesta, divulgada por Público, dio 44 por ciento a los socialistas y 40 por ciento a los conservadores.
El debate, centrado en los temas de economía, inmigración, política exterior y seguridad, fue iniciado por Rajoy, de acuerdo con el sorteo previo. El líder opositor acusó al gobierno de no haber hecho nada para paliar el alza de precios de los productos básicos como la leche y el pan, de no haber adoptado medidas para suavizar el incremento de las hipotecas, y de no haber desarrollado una política educativa para evitar, aseveró, que España “esté a la cola de Europa” en este rubro.
Pero Rodríguez Zapatero, que aspira a su primera relección, subrayó los buenos resultados económicos de su administración, iniciada en 2004, con una batería de datos oficiales: la creación de más de tres millones de empleos y la consecuente reducción del índice de desempleo a 8.5 por ciento, la tasa más baja desde que se reinstauró la democracia, en 1975; el incremento al salario interprofesional, el aumento a las pensiones mínimas y la reducción de la delincuencia.
Subrayó que España es ahora la octava potencia mundial, por delante de Italia, y declaró que el principal obstáculo a su gestión ha sido la oposición que, afirmó, se limitó con una política ubicada “entre la mentira y la exageración”.
Rajoy centró parte de su intervención en dos cuestiones: que el país vive un proceso de “desintegración” por la apertura de las reformas de los estatutos de autonomía; y los “tratos con ETA” que inició el gobierno y que culminaron en un “estrepitoso fracaso”.
En su turno, el mandatario censuró la “utilización partidista” por parte del PP en la lucha contra el terrorismo, le reprochó el no reconocer su derrota en las urnas y pretender engañar a la sociedad respecto de los atentados del 11 de marzo de 2004, cuando el gobierno encabezado entonces por el conservador José María Aznar, atribuyó a ETA los bombazos que dejaron 191 muertos y mil 800 heridos.
Rajoy, a su vez, vinculó migración con “delincuencia”, acusó al gobierno de auspiciar la producción de un “coladero de delincuentes” foráneos. Más aún, propuso la expulsión de los extranjeros que hayan delinquido, y reiteró su propuesta de que éstos firmen un “contrato de integración”.
En su turno, el presidente recordó que España fue un “país de emigrantes” y se debe reconocer que los extranjeros, que representan 10 por ciento de la población, tienen derechos y obligaciones que deben ser respetados.