El actor Kenneth Branagh asiste a gala de clausura
Cierran el cine más pequeño del Reino Unido, abierto en 1953
Kenneth Branagh no acostumbra asistir a estrenos fílmicos en patios traseros, pero el pasado sábado hizo una excepción. Realizó una peregrinación artística a Gorseinon, cerca de Swansea, en Gales, para marcar el fin de una era en La Charrette, el cine más pequeño del Reino Unido.
El minúsculo local, una sala de 23 asientos con muros tapizados y telones operados a mano, construida en un antiguo vagón de ferrocarril, exhibió películas desde 1953, pero con la edad cayó poco a poco en un deterioro irreversible.
Su canto del cisne estaba programado para octubre del año pasado con una exhibición de Oceans 13, pero eso fue antes de que el crítico Mark Kermode apareciera en escena. Cuando visitó La Charrette para un segmento del programa The Culture Show, de la BBC2, se enamoró del lugar y decidió darle una despedida especial. Luego de llamar a sus contactos, ideó una forma única de decir adiós a la sala de cine. “Nuestra idea –expresó Kermode– era ponerle fin con estilo, darle un último hurra de veras bueno.”
El pasado sábado 23, Branagh asistió al estreno de etiqueta de Alien Love Triangle (Triángulo amoroso extraterrestre), filme “perdido” de Danny Boyle, en el que el actor norirlandés comparte el crédito estelar con las actrices de Hollywood Courteney Cox y Heather Graham. Cox filmó un mensaje especial para La Charrette.
El corto de 30 minutos, sobre un científico que descubre que su esposa es un extraterrestre de sexo masculino, fue filmado por el equipo que produjo Trainspotting, inclusive el director Boyle, el guionista John Hodge y el productor Andrew MacDonald. En un principio iba a formar parte de una trilogía de cortos, pero los otros dos –Mimic e Imposter– se convirtieron en largometrajes y Alien Love Triangle se quedó sin ser exhibido.
Fue un acto muy distante de la alfombra roja en Leicester Square. A La Charrette se llega cruzando una reja de hierro forjado, a lo largo de una calle residencial. Fue construido en 1953 por Gwyn Phillips, un electricista que se enamoró del cine en su juventud, trabajando de proyeccionista. Murió en 1996, pero su viuda, Rita, mantuvo vivo su sueño para delicia de los asiduos, algunos de los cuales asistieron a ese cine durante más de 50 años. La primera cinta que se exhibió allí fue Reluctant Heroes, seguida por Oliver Twist, King Kong y Winchester ’73.
Barbara Rees, asidua de la sala, recuerda haber “cortejado” en La Charrette en sus primeros tiempos. “Empecé a cortejar yendo a ver las películas de Gwyn”, comentó en The Culture Show. “Si la película se ponía aburrida, me concentraba en el galán.”
Donald y Margo Lewis rememoraron: “Durante 30 años no fuimos a ningún otro cine en este país. Todo lo que queríamos ver lo pasaban aquí”.
Por desgracia, la avejentada estructura del vagón –charrete quiere decir vagón en francés– obligó a cerrar el cine. Pero no antes de que Branagh le diera una despedida con estilo, en una ceremonia que fue grabada para la posteridad y será presentada en The Culture Show el primero de marzo.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya