Los detalles de la técnica se dieron a conocer en un ciclo de conferencias en el INNN
Cirugía de estimulación cerebral, eficaz contra la depresión mayor
La intervención es el tratamiento común del mal de Parkinson
La investigación, que se realiza en EU y la Unión Europea, ha arrojado resultados positivos en 66% de los casos
En la clasificación de la OMS, la enfermedad se ubica como la cuarta causa de discapacidad en el mundo
Investigadores de Estados Unidos practican la técnica quirúrgica de estimulación cerebral profunda –comúnmente utilizada en el tratamiento del mal de Parkinson– en pacientes con depresión mayor, en quienes los medicamentos han resultado ineficaces.
Hasta ahora, el trabajo de investigación ha arrojado resultados positivos con una mejoría de 66 por ciento, explicó Joseph Samir Neimat, adscrito al Departamento de Cirugía Neurológica de la Universidad de Vanderbilt, Nashville, Estados Unidos.
Señaló que 20 personas han sido sometidas a este procedimiento, aunque todavía se requiere de un mayor número de cirugías para confirmar su efectividad. El especialista participó ayer en el ciclo de conferencias La diversidad de las neurociencias, organizado por el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) Manuel Velasco Suárez, con motivo del fin de año académico.
El especialista comentó que este tipo de cirugía para el tratamiento de la depresión mayor se realizó por primera vez en Canadá hace cinco años, para luego extenderse a centros de Estados Unidos y la Unión Europea. También señaló que 5 por ciento de los enfermos de depresión son candidatos para someterse a la operación quirúrgica.
Se requiere, explicó, que sean personas que hayan vivido con esta enfermedad mental durante más de 10 años –existen casos hasta con 30 años–, y que habiendo tomado todos los medicamentos disponibles para el control del padecimiento no hayan obtenido resultados favorables. En esta situación se pueden encontrar individuos de entre 30 y 60 años de edad, en quienes se recomienda la intervención.
Situación en el país
Por su parte, Ricardo Colín, director de Enseñanza del INNN, explicó que la depresión mayor afecta en México a entre 11 y 12 por ciento de las mujeres, y de 6 a 8 por ciento de los hombres, en algún momento de sus vidas. En la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta enfermedad se ubica como la cuarta causa de discapacidad, aunque también estima que para el año 2020 se ubicará en el segundo sitio.
Mencionó que se caracteriza porque el individuo presenta tristeza profunda, inseguridad e ideas de minusvalía. En los casos más graves –15 por ciento– los afectados tienen pensamientos suicidas, por lo que son potencialmente peligrosos, indicó.
La depresión es un padecimiento que siempre ha existido y que en la actualidad se diagnostica mejor, además de que cada vez hay más tratamientos disponibles para lograr su control. Sólo en el INNN se atiende a unos 400 pacientes, que requieren de tratamientos combinados o de una técnica especial de estimulación.
Sin embargo, en alrededor de 5 por ciento de los enfermos ninguno de los medicamentos favorece su rehabilitación.
Neimat detalló que la cirugía de estimulación cerebral profunda está bien establecida para el tratamiento del mal de Parkinson y temblor esencial. Lo novedoso, en el caso de la depresión, es que se realiza en la parte frontal del cerebro, en la zona conocida como Giro del Cíngulo. Los investigadores han determinado que es la mejor área de la corteza cerebral para controlar la depresión mayor, refractaria a los tratamientos farmacológicos.
Avances en epilepsia
A su vez, Frank Gilliam, profesor de Neurología de la Universidad de Columbia, Nueva York, comentó sobre los más recientes avances en el tratamiento de la epilepsia. Dijo que los expertos están en la búsqueda de técnicas quirúrgicas, también para pacientes refractarios a medicamentos, de menor riesgo y comorbilidad.
Mencionó que los experimentos en curso proponen el uso de estimuladores. En otros casos, y con el avance de las técnicas de imagen y electrofisiología, los científicos trabajan en la localización precisa de los focos de inicio de la epilepsia.
Gilliam aseguró que en los próximos 10 a 15 años habrá avances en el desarrollo de nuevos medicamentos y resultados de investigaciones que se realizan desde la perspectiva de la genética y la fisiología molecular celular. Con esto, agregó, se tendrá una mejor comprensión de la biología del fenómeno epiléptico.