Considera que la propuesta de la ALDF está en el sentido de legislaciones de países de avanzada
La Corte debe apoyar la ley que despenaliza el aborto: Carpizo
Proscribir la medida prolongaría la inequidad social que afecta a las mujeres más pobres, señala
Inadmisible que un grupo quiera imponer su visión moral, asegura el académico
Ampliar la imagen Jorge Carpizo, en foto de archivo Foto: José Carlo González
En la discusión legal internacional sobre el aborto han sido los tribunales constitucionales de los países desarrollados los que han dado las sentencias favorables, ya que la interrupción del embarazo es en esencia un tema de derechos humanos; por ello la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) debe apoyar la legislación en la materia aprobada el año pasado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), aseguró Jorge Carpizo, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Carpizo, quien fue el primer presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y luego procurador general de la República, dijo que la discusión sobre el aborto debe darse en varios ámbitos: científico, social y en los derechos comparado, internacional y de garantías fundamentales, por lo que la Corte debe analizar todos los ámbitos para emitir una sentencia en favor de las garantías fundamentales; además de que calificó como “un error” que la CNDH interpusiera un recurso de inconstitucionalidad contra la ley aprobada.
Señaló que si la Corte declara inconstitucional la legislación que despenaliza el aborto en la capital del país evitaría que se aprueben leyes similares en el resto de los estados, con lo que continuaría la “inequidad social” contra las mujeres pobres, ya que son las que abortan en condiciones inseguras.
El académico, quien en marzo presentará el libro Derechos humanos: aborto y eutanasia, escrito en colaboración con Diego Valadés, subrayó que es respetable que haya personas que se opongan a la despenalización del aborto por la causal de decisión propia, ya que “tienen una concepción moral de la existencia, y aunque no estoy de acuerdo con ellos, los respeto; lo que no es posible ni admisible es que quieran imponer esa concepción moral. Esto es grave, porque están lesionando al Estado laico”.
Agregó que este tema se ha convertido en una “bandera de carácter ideológico y moral” para la religión católica, misma que aún tiene gran influencia en América Latina, que es la región más atrasada sobre leyes que protejan los derechos humanos, incluido la capacidad de la mujer para decidir sobre su cuerpo.
En lo científico, destacó que la SCJN debe tomar en cuenta los más recientes avances en el área de la bioética. “Para el tema del aborto son muy importantes los avances científicos que sintetizan que el ADN de los chimpancés es idéntico al del ser humano en 99 por ciento. La diferencia entre nosotros y los chimpancés es del uno por ciento, esta cantidad que hace la diferencia es la corteza cerebral. Lo que nos hace seres humanos y diferentes de los chimpancés es el sistema nervioso central. Antes de 12 semanas de gestación no hay corteza cerebral, es decir no hay ser humano, la corteza queda formada alrededor de la semana 25. Éste es un dato importantísimo porque los que atacan al aborto dicen que se está matando a un ser humano y no es cierto”.
Seguir a países de avanzada
Sobre derecho comparado ejemplificó que hay 67 países, entre ellos cristianos y musulmanes, que permiten abortar por decisión propia, contra cuatro que no lo permiten bajo ninguna causal. Entre los primeros se encuentran Francia, Italia, España y Gran Bretaña; mientras que el Vaticano, Malta, El Salvador y Chile no lo autorizan. Afirmó que la legislación aprobada por la ALDF va “tras los pasos” que se siguen en los 67 países “de avanzada”.
El asesor de la ALDF para este tema indicó que en el ámbito del derecho internacional México ha firmado tratados en los que se protegen las garantías de las mujeres, entre ellas la de aborto seguro. Agregó que quienes se manifiestan en contra de esto se basan en las convenciones Americana de Derechos Humanos y la Internacional de los Derechos del Niño, pero que legalmente ambas tesis se vienen abajo porque si bien la primera defiende la vida desde el momento de la concepción se usó el concepto “‘en general’, que quiere decir que en nuestro país es competencia de cada entidad”; mientras que la convención para los infantes “se refiere a la defensa del niño ya nacido”.
Finalmente indicó que en el país la decisión de la SCJN “es la última palabra en el orden interno”, por lo que se dijo confiado en que se resolverá en apego a los derechos de la mujer.