Es el militar cubano más vinculado con Raúl Castro
Abelardo Colomé, líder histórico que al parecer se mantendrá en el poder
Ampliar la imagen Imagen de archivo del militar Foto: La Jornada
La Habana, 22 de febrero. Abelardo Colomé Ibarra es quizá el militar que ha estado más vinculado con Raúl Castro desde que hace poco más de medio siglo se unió a la guerrilla en el Segundo Frente, la región nororiental de Cuba que controló el hermano menor de Fidel durante la mayor parte de la insurrección armada.
Aunque es un personaje de muy escasas apariciones en público, muy poco conocido en grandes auditorios dentro y fuera del país, Colomé es uno de los hombres clave en la dirigencia cubana, al ser al mismo tiempo, y desde hace dos décadas, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC), el centro de gravedad del poder; vicepresidente del Consejo de Estado y jefe del poderoso Ministerio del Interior (Minint), el cuerpo militarizado de seguridad doméstica.
Ahora de 69 años y probablemente parte de la nueva dirigencia que surgirá en los próximos días, es el típico ejemplo de los jóvenes que se sumaron a la insurrección encabezada por Fidel Castro, siguieron la carrera militar y se foguearon en el teatro de operaciones en la intervención cubana en la guerra de Angola, entre los 70 y 80.
Su imagen aparece después de las de Fidel y Raúl al iniciarse cada capítulo de Operación Carlota, una premiada serie que exhibió la televisión cubana el año pasado sobre Angola. El detalle es significativo en un país acostumbrado a encontrarle valor al lenguaje simbólico.
Cuando Cuba firmó con Angola, Sudáfrica y Estados Unidos los acuerdos que pusieron fin a la guerra en el cono sur africano, el 22 de diciembre de 1988, Colomé, con uniforme de gala, se sentó junto al entonces canciller Isidoro Malmierca, como representante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Colomé tenía 18 años cuando se unió al movimiento rebelde y fue de los combatientes que abrieron el Segundo Frente, donde llegó a ser jefe de la escolta de Raúl. Tras el triunfo de la revolución siguió en la vida militar, con asignaciones en tareas de orden interno.
Dirigió el Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde, la Seguridad del Estado y la policía, hasta que en 1962 salió a Bolivia y Argentina, como avanzada del grupo guerrillero que encabezaba el argentino Jorge Ricardo Massetti, un periodista que se sumó a la insurrección cubana, pasó por la Radio Rebelde y la agencia Prensa Latina y quiso volver a su país levantado en armas.
En la que quizá sea la única entrevista sobre su vida, Colomé contó al periodista cubano Luis Báez, en 1997, que su misión en Sudamérica era crear en Bolivia una base de apoyo para el foco guerrillero, pero la incursión fracasó y Massetti terminó perdido en el norte montañoso de Argentina.
A su regreso a Cuba, Colomé participó en la organización regional del ejército, fue jefe de la contrainteligencia y segundo de a bordo en el Ministerio de las FAR. Entre 1975 y 1977 fue el jefe de la misión militar cubana en Angola.
Volvió de nuevo a la isla donde a finales de los 80 fue ascendido a su grado actual, general de cuerpo de ejército, el escalón más alto debajo del rango único que tiene Raúl, de general de ejército.
En 1989 estalló el proceso por narcotráfico que culminó con el fusilamiento de cuatro oficiales de las FAR y del Minint, entre ellos el general de división Arnaldo Ochoa. Su consecuencia inmediata fue la destitución y el enjuiciamiento del entonces ministro del Interior, José Abrantes, seguidos de una extensa purga de altos funcionarios de esa cartera, que resultaron procesados, destituidos o degradados por cargos de negligencia y corrupción.
Colomé era entonces el segundo de Raúl Castro y fue designado titular del Minint, con la tarea de emprender la “reconstrucción” de esa fuerza. Para cumplir esa misión se llevó a un grupo de oficiales procedentes de las FAR, en un giro que extendió el liderazgo de la estructura militar al cuerpo de orden interior.
En su círculo de trabajo más cercano están el viceministro primero Carlos Fernández Gondín y el jefe de la Dirección Política, Romárico Sotomayor, quienes lo acompañan desde Angola. Algunos de los jefes que estuvieron al mando de Colomé en África tienen ahora altos cargos en el gobierno o en las FAR, como Ulises Rosales del Toro, ministro del Azúcar; Rogelio Acevedo, presidente del Instituto de Aeronáutica Civil; Moisés Sio Wong, presidente del Instituto Nacional de la Reserva Estatal, y José Quintas Solás, jefe del ejército central.
En su posición actual, el ministro del Interior tiene bajo su mando la policía nacional, los servicios de seguridad del Estado, inteligencia y contrainteligencia, migración, prisiones, la guardia fronteriza, los bomberos, las escuelas de formación de oficiales de nivel medio y superior, las agencias de protección que prestan servicios comerciales y la custodia personal de la alta dirigencia del país.