Ceballos González demandó más inversión para la máxima casa de estudios
Científico de la UNAM recibe el premio Por amor al planeta, de Volkswagen
La viabilidad del automóvil depende de reducir su impacto ambiental, advierte la empresa
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Gerardo Ceballos González destacó que se cuenta con tecnología y conocimiento para tener un mejor manejo ambiental y no hay excusa para no hacerlo
Foto: Yazmín Ortega
Uno de los retos más importantes en México en materia ambiental es reconocer que hay una falsa dicotomía entre desarrollo y conservación, afirmó Gerardo Ceballos González, ecólogo y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien fue galardonado con el premio Por amor al planeta, uno de los más importantes que entrega la iniciativa privada en América Latina, y que otorga Volkswagen de México.
El experto en biodiversidad y en la gestión de áreas naturales protegidas insistió en que “contamos con la tecnología y el conocimiento para tener un mejor manejo ambiental y no hay excusa para no hacerlo”.
En una ceremonia encabezada por Otto Lindner, presidente del Consejo Ejecutivo de Volkswagen de México, Ceballos González destacó que la situación ambiental que enfrenta el mundo es “crítica”, debido al intenso uso de los recursos naturales, a una creciente población mundial y a un proceso de agotamiento del entorno ambiental, que ha generado fenómenos como el cambio climático y el calentamiento global.
Ceballos González alertó que la pérdida de especies de plantas y animales en todo el mundo tendrá un efecto tanto social como económico, y afirmó que el único problema irreversible en materia de conservación es la pérdida de biodiversidad, cuyo proceso “no hemos podido detener y que requiere la participación de todos los habitantes de la Tierra, porque de ella depende nuestra sobrevivencia”.
Al reconocer la labor de Volkswagen de México, que por segundo año consecutivo premió el trabajo de un científico mexicano, el investigador de la UNAM destacó el papel prioritario de las universidades públicas en la formación de científicos y en el desarrollo de conocimientos que permiten preservar ecosistemas y especies de animales y plantas en peligro de extinción.
Por ello, demandó mayor inversión para la máxima casa de estudios, la cual –afirmó– sólo recibe mil millones de dólares anuales, presupuesto similar al que se destina “a uno solo de los campus de investigación de la Universidad de California, en Estados Unidos”.
En la ceremonia, a la que asistió Carlos Arámburo, coordinador de Investigación Científica de la UNAM, así como el embajador de Alemania en México, Roland Wegener, Lindner destacó la trayectoria de Ceballos González, a quien consideró uno de los más reconocidos especialistas y conservacionistas de la biodiversidad en México.
Tras reiterar el compromiso de Volkswagen de México en la protección del medio ambiente, señaló que en la segunda edición del galardón Por amor al planeta se recibieron un total de 24 propuestas de todo el país, por lo que agradeció la participación de todos los científicos que evaluaron los proyectos y que decidieron otorgar el premio a la investigación en conservación biológica de Ceballos González.
Reforestación de 200 hectáreas
Asimismo, informó que impulsarán un nuevo proyecto para reforestar 200 hectáreas en el Parque Nacional Ixta-Popo, lo que permitirá incrementar la captación de agua de los mantos acuíferos que abastecen a la ciudad de Puebla, y reconoció que si bien el automóvil es representativo del progreso tecnológico, su viabilidad en el futuro dependerá de que “podamos reducir a un mínimo el impacto ambiental de su uso”.
Por su parte, Ernesto Enkerlin, presidente de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, reconoció la labor que realiza dicha empresa en pro del medio ambiente, y agregó que con la firma del convenio para reforestar 200 hectáreas del corredor ecológico Ixta-Popo, “estamos iniciando una tarea fundamental, no sólo para quienes viven en Puebla, sino para un entorno ambiental que debemos preservar por su riqueza y diversidad”.
Con este programa se pretende iniciar la reforestación con 300 mil pinos de alta montaña, así como la construcción de 11 mil fosas ciegas que favorecerán la infiltración de agua de lluvia.