Asisten autoridades de gobierno, legislativas y políticas, y los obispos cubanos
Abre Cuba uno de sus canales de tv para transmitir misa del enviado del Vaticano
La llegada del cardenal Tarcisio Bertone, para celebrar la visita del papa Juan Pablo II a la isla
Ampliar la imagen El canciller cubano, Felipe Pérez Roque (izquierda), dialoga con el cardenal Bertone Foto: Ap
La Habana, 21 de febrero. En un gesto que sólo se le había reservado antes al desaparecido papa Juan Pablo II, el gobierno de Cuba abrió esta noche uno de sus canales nacionales de televisión para transmitir en vivo la misa que ofició el segundo hombre del Vaticano, el cardenal italiano Tarcisio Bertone, quien inició su visita oficial y pastoral manifestando su deseo de que la Iglesia católica pueda “ampliar sin límites su radio de acción” en la isla y desempeñarse con “la debida libertad”.
Bertone llegó ayer y esta noche, en un español fluido, presidió la misa en la Plaza de la Catedral de La Habana, ante una multitud que aplaudió largamente su llegada.
Entre otras autoridades, estaban en primera fila el líder del Parlamento, Ricardo Alarcón; el jefe del Partido Comunista en la capital, Pedro Sáez; el canciller Felipe Pérez Roque, el historiador de la ciudad, Eusebio Leal, y la jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos, Caridad Diego, quienes saludaron de mano al prelado.
El secretario de Estado vaticano vino para celebrar con los católicos cubanos el décimo aniversario de la visita de Karol Wojtyla, cuyos oficios religiosos aquí fueron transmitidos directamente en la cadena nacional de radio y televisión.
Bertone es el primer dignatario extranjero que tiene contacto con la dirigencia de la isla, tras la renuncia de Fidel Castro a una nueva relección, y quizás sea el primero que hable con el próximo presidente. El Papa sigue de cerca “el camino que están recorriendo” los cubanos, señaló en la misa.
Por la mañana dijo a los obispos: “Albergo la esperanza de que la celebración de este aniversario de la visita del papa Juan Pablo II a esta bendita tierra contribuya a dar nuevo impulso a las relaciones entre el Estado y la Iglesia católica en Cuba, para que en espíritu de respeto y entendimiento mutuo la Iglesia pueda llevar a cabo plenamente su misión, estrictamente pastoral y al servicio de sus fieles, con la debida libertad”.
En su homilía nocturna, el cardenal amplió el horizonte, al recordar que la Iglesia rechaza el aborto, que se practica gratuitamente en Cuba. También evocó la historia de la enseñanza católica en la isla, eliminada tras la revolución de 1959. “Muchos de ustedes recuerdan eso con amor y gratitud”, dijo Bertone a los fieles, que respondieron con aplausos.
Más directamente, el secretario de Estado expresó que la Iglesia “aspira a estar cada vez más presente y activa en medio de la sociedad, con las modalidades propias del mundo actual”. Quiere “poder ampliar sin límites el radio de su acción a todos los ámbitos, para contribuir con tesón al bien común del pueblo cubano”.
La primera jornada de Bertone en Cuba mostró los dos planos del caso: en uno, la relación oficial del gobierno con el Vaticano llegó a su más alto nivel con la visita papal y La Habana lo subraya mostrando las coincidencias que tuvo en política internacional, social y humanitaria con Wojtyla y la fluidez del diálogo con el papado de Benedicto XVI; en otro, aunque su situación ha mejorado internamente, la Iglesia Católica aspira a un mayor campo de acción en el país, mientras que en público las autoridades suelen tocar más discretamente u obviar este punto.
Las peticiones de Bertone se traducen en que los obispos católicos quisieran tener una base institucional para algunas de sus actividades, como la realización de procesiones o la emisión de mensajes radiales, sin depender de permisos y consultas; ampliar su presencia en los medios y, quizás a mayor plazo, reabrir las escuelas católicas.
El secretario de Estado subrayó en su discurso a los obispos que tienen el respaldo del Vaticano: “En efecto, el Papa conoce bien la situación de la Iglesia cubana, la lleva en su corazón y la tiene muy presente en sus oraciones”. Más aún, en el mismo mensaje dijo que su reunión a puerta cerrada con la jerarquía católica estaría dedicada a “este importante aspecto”.
Benedicto XVI envió con Bertone un mensaje a los obispos, en que ratificó esa apreciación: “Sabéis que contáis con la cercanía del Papa y la fraterna oración y colaboración de otras iglesias particulares diseminadas por el mundo entero”.
El Papa manifestó su “cercanía con las aspiraciones y preocupaciones de todos los cubanos”, exaltó el trabajo social de la Iglesia en Cuba “en favor de los más necesitados” y dijo a los obispos que su tarea se realiza “sembrando sentimientos de comprensión, misericordia y reconciliación”.
Bertone refrendó esas ideas por la noche y recordó que Benedicto XVI tiene abierta una invitación del gobierno y de los obispos para visitar la isla.
Granma replica a Bush
El diario oficial Granma replicó hoy a la declaración del presidente estadunidense George W. Bush sobre la renuncia de Fidel Castro a repetir en dos de sus cargos institucionales, en la que dijo que esa decisión “debería dar inicio a un periodo de transición democrática”.
“Estados Unidos ha concentrado sus ataques a Cuba con la personalización del proceso revolucionario y así ocultar de manera sibilina el verdadero objetivo que lo anima: destruir a la revolución cubana”, dijo un comentario del matutino.