Descarta que la producción de biocombustibles ponga en riesgo el abasto de alimentos

Países ricos convierten en papel mojado acuerdos mundiales ambientales: Lula

Roberto González Amador (Enviado)

Brasilia, 21 de febrero. El presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva criticó hoy la “desfachatez” de los países ricos que han convertido en “papel mojado” los acuerdos internacionales de protección del ambiente.

En un foro con legisladores de 13 naciones, las ocho más desarrolladas y las cinco mayores economías emergentes, entre ellas México, el líder brasileño aseguró que la producción de biocombustibles a partir de productos agrícolas no pone en riesgo el abasto de alimentos ni tampoco es la causa del alza en los precios internacionales de los granos y legumbres.

Estados Unidos, aunque no fue mencionado explícitamente por el presidente brasileño, no ha asumido los compromisos del Protocolo de Kyoto, hasta ahora el mayor instrumento para frenar el cambio climático, que fue elaborado en el marco de Naciones Unidas y tiene alcance hasta 2012.

La partipación del presidente Lula fue la pieza fuerte en el segundo día de trabajo de un encuentro que reúne aquí a legisladores del Grupo de los 8 (G-8) países más avanzados –Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Alemania, Italia, Gran Bretaña y Rusia– más México, China, India, Brasil y Sudáfrica. Estas 13 naciones generan 80 por ciento de las emisiones de efecto invernadero en el mundo.

En esta reunión, en la que también se involucró el Banco Mundial y altos directivos de empresas como la cementera Holcim, la estatal Petróleos Brasileños (Petrobras) y las mayores compañías madereras se generó, por primera vez en un ámbito en el que participan legisladores que pueden influir en el diseño de leyes en sus países, un marco general para construir un mercado mundial de biocombustibles, en lo que constituyó el acuerdo más concreto que se ha alcanzado hasta ahora en esta materia.

Lula afirmó que los países ricos son los que más tienen que cooperar para reducir los gases que causan el calentamiento del planeta. “Los países ricos, que ya disfrutaron del crecimiento en el siglo XX, quieren transferir la responsabilidad del cuidado del ambiente a los países pobres, para que no tengan en el siglo XXI la oportunidad de crecer”, aseguró.

Trató el debate sobre la producción de biocombustibles, un terreno en que Brasil, que elabora etanol a partir de la caña de azúcar, es líder en el mundo. Dos terceras partes del combustible que se emplea en el país para transporte tienen base de etanol.

Dijo que es falso el argumento de que la utilización de productos agrícolas para elaborar combustibles va a desplazar la producción de alimentos. Brasil, dijo, ha duplicado en la última década su producción de granos, aumentó en 20 por ciento su superficie sembrada y “no ha talado un sólo árbol de la Amazonia para prouducir etanol”. El país, aseguró, tiene una reserva de 400 millones de hectáreas de tierras para sembrar productos utilizables para producir biocombustibles.

En el foro convocado por Globe International, una red interrnacional de legisladores que no tiene carácter partidista, se llegó a un documento final sobre biocombustibles, que será entregado a los líderes del G-8 en su próxima cumbre de julio en Hokkaido, Japón.

El tema de los biocombustibles había roto el consenso el miércoles, pero ayer se logró avanzar en un texto que crea las primeras bases de un mercado internacional de estos energéticos.