Claudio Gallina abrirá exposición en la galería Alfredo Giocchina, en Polanco, DF
Retrata pintor el universo lúdico donde los niños inventan sus historias
El teatro de la memoria incluye 20 obras del artista argentino
Propone invocar los recuerdos para representarnos cómo seremos en el futuro, expresa a La Jornada
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Vola, óleo y acrílico sobre tela, 2008, de Claudio Gallina, incluido en la muestra del artista que este jueves será inaugurada en la galería ubicada en Arquímedes 175
El pintor argentino Claudio Gallina retrata el mundo poético de la infancia en la exposición El teatro de la memoria, en la cual recurre a ésta como método de conocimiento, de la insinuación y utiliza la metáfora como lenguaje creativo.
El artista –egresado de la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, de Buenos Aires– es el niño de la conciencia que no está dispuesto a olvidar, inclusive aquellas emociones y recuerdos que como adultos reprimimos; obliga al adulto a enfrentar sus miedos, a poner en primer plano sus tentaciones.
“Mi obra tiene que ver con una figuración, algo que juega con el espacio. Creo que lo más importante de la pintura, aunque la figura sea realista, es que el espacio está relacionado con un mundo, que tiene una arquitectura determinada por el recuerdo, pero a su vez, encierra lo que está pasando.
“Cada cuadro está contando algo, en realidad, no de manera anecdótica porque trato de ser lo más poético y artístico posible, pero si tuviera que definirlo, diría que el espacio a pesar de la figura es muy importante”, señaló el pintor en entrevista con La Jornada.
El paso por la escuela
La obra de Gallina gira en torno a la memoria de una etapa de la vida que transcurre, justamente en la escuela, por la que todos hemos pasado.
“Tiene que ver con el mundo que los niños crean en la primaria; un mundo que está pasando, por ejemplo, en Argentina, cuando son elecciones y vamos a votar en las escuelas; yo voy a la escuela donde estudié y cuando uno es chico piensa que todas las cosas son gigantes y con los años regresas a la misma escuela y te das cuenta de que no lo eran tanto.”
La pintura de Gallina también refleja la importancia del juego durante la infancia, pues es una etapa en la cual los niños comienzan a socializar y entablar amistades. “Crean todo un mundo donde pueden volar con la cabeza, con su imaginación. La exposición refleja ese mundo lúdico, donde los niños van inventando sus historias.”
El artista propone un arte no alejado de la vida. De fondos oscuros y luces fuertes, sus cuadros levantan el telón de nuestro sentimientos y nos enfrentan ante el gran teatro de de la memoria.
Ésta es una muestra –señaló Gallina– que tiene como eje la memoria emotiva, no tanto el recuerdo. “Una memoria casi crítica, que tiene importancia en la vida de uno, al menos para la mía. De alguna manera representa qué vamos hacer en el futuro, porque somos niños.”
Claudio Gallina destacó que en Argentina es muy importante la educación pública; “fue más de lo que es. Todos nos hemos formado en una escuela pública, primaria, secundaria y universidad; por eso el guardapolvo (bata blanca) lo usamos de manera simbólica, porque representa la escuela pública.
“En Argentina, los chicos van a la escuela pública con guardapolvo y esto es importante porque en realidad se comenzó a usar para que no haya diferencias sociales, para que no se dieran cuenta de quién iba mejor vestido que otro. Todos eran iguales, por eso es muy importante la anécdota del guardapolvo en toda la pintura.”
Locura creativa
De las 20 piezas que integran El teatro de la memoria, algunas obras fueron pintadas sobre los pupitres originales de la escuela República de Cuba, donde Claudio Gallina estudió.
“Todo tiene que ver con la memoria emotiva porque nosotros hemos estudiado sobre estas maderas y en ellas se ven los escritos, grafiteados, nombres.
“Lo más interesante es que este pupitre tiene más de 40 años y el trabajo de escritura de grafismo de los chicos en realidad es irreproducible y está ahí.”
El pintor explicó que la infancia “es una de las etapas más creativas por la cual todos hemos pasado y donde un chico se permite imaginarse lo que quiere e inventar juegos, y esto me parece que se pierde cuando es adulto, cuando crece porque deja de jugar.
“Hay una diferencia entre la mente del grande y la de los niños, lo que significa un mundo real para el niño y un mundo real para el otro.
“Un chico está metafóricamente más cerca de la locura que de grande, me refiero a la locura creativa, donde uno se permite jugar al caballito, donde un chico se sube en su compañero y también se puede imaginar que está en un castillo y no en la escuela. Es muy difícil que un grande se anime a eso.”
La exposición El teatro de la memoria será inaugurada este jueves a las 19:30 horas en la galería de arte internacional Alfredo Ginocchio (Arquímedes 175, Polanco). Permanecerá abierta al público hasta abril.