Margarita II pide a los mexicanos prepararse para la globalización
Recepción a la reina de Dinamarca
Reina del país “más feliz del mundo”, como la definió el presidente Felipe Calderón, Margarita II de Dinamarca sugirió a su anfitrión que invierta más en la gente para que pueda estar preparada para la globalización.
Aunque alejados en distancia, Dinamarca y México “han evitado las sociedades fragmentadas donde grandes grupos son excluidos” y han coincidido en la importancia de que haya una sociedad abierta, una economía fuerte y la necesidad de asegurar una cohesión social, añadió.
La cena ofrecida en el Castillo de Chapultepec a la reina y al príncipe consorte Henrik concitó a la clase política de todos los colores partidarios, incluido el perredista Leonel Godoy, que se estrenó en estos actos como gobernador de Michoacán.
Al convite acudieron casi todos los integrantes del gabinete, con excepción del secretario de Hacienda, Agustín Carstens; el de Agricultura, Alberto Cárdenas, y la titular de la SEP, Josefina Vázquez Mota.
Antes de imponer a su invitada la orden Mexicana del Águila Azteca en grado de collar, y degustar trancos de espárragos, filete a la esencia de chiles secos y flauta de queso tibio con mora azul, el michoacano elogió a Dinamarca por ser el pueblo “más feliz del mundo”, según encuesta elaborada por la Universidad Erasmo de Rotterdam.
También se comprometió a lograr que la Conferencia de Copenhaghe sobre Cambio Climático, a realizarse en 2009, alcance sus objetivos en materia de reducción de emisiones de bióxido de carbono.
Aunque la visita de la monarca danesa a México tiene una fuerte dosis cultural, el tema preponderante es el de negocios, como hizo ver el Presidente, en cuanto a que su gobierno buscará estrechar lazos aprovechando el liderazgo de este país nórdico en energías no renovables.
En reciprocidad a la gira que Calderón hizo a Dinamarca en junio de 2006, la reina, de 67 años, y su esposo iniciaron ayer su estancia en México, acompañados por una delegación de empresarios.
Ataviada con un traje sastre color beige y tocada con un sombrero azul turquesa, la reina primero asistió a la ceremonia de recepción en Palacio Nacional. Protocolo o casualidad, la esposa del presidente Calderón, Margarita Zavala, lució un vestido del mismo color.