Usted está aquí: domingo 17 de febrero de 2008 Espectáculos La brasileña Tropa de elite gana el Oso de Oro en la Berlinale

La violencia que refleja el filme no existiría si las drogas no estuvieran prohibidas: Padilha

La brasileña Tropa de elite gana el Oso de Oro en la Berlinale

Pese a intentos de censura la cinta rompió récord de taquilla en Sudamérica

Lake Tahoe, de Fernando Eimbcke, consigue el premio Alfred Bauer; “superó todas mis expectativas”, declaró

Dpa, Afp y Notimex

Ampliar la imagen Sally Hawkins posa con el Oso de Plata que obtuvo por su actuación en la comedia Happy-Go-Lucky Sally Hawkins posa con el Oso de Plata que obtuvo por su actuación en la comedia Happy-Go-Lucky Foto: Reuters

Berlín, 16 de febrero. La brasileña Tropa de elite, de José Padilha, sobre un escuadrón especial de la policía de Río de Janeiro que lucha contra el narcotráfico, fue distinguida hoy con el Oso de Oro del 58 Festival de Cine de Berlín, según dio a conocer el jurado presidido por el director greco-francés Constantin Costa-Gavras.

La cinta, una coproducción con Argentina, fue vista por más de 10 millones de brasileños en copias pirata antes de su estreno y desató un debate en el país sudamericano sobre los métodos brutales que emplea la policía en la lucha contra la delincuencia en las favelas.

El estadunidense Paul Thomas Anderson fue distinguido como mejor director por There Will Be Blood, centrada en un ambiciosa magnate petrolero interpretado por Daniel Day-Lewis. Esta película, que está nominada a ocho premios Óscar y era una de las grandes favoritas, recibió además el Premio Especial del Jurado por su banda sonora.

El premio Alfred Bauer, creado en honor del fundador del Festival de Berlín para distinguir un film de mérito artístico destacado, fue concedido a la mexicana Lake Tahoe, de Fernando Eimbcke.

El segundo filme del director de Temporada de patos, que sigue en largos planos fijos y pocas palabras a un adolescente que debe lidiar con la repentina ausencia de su padre, recibió además el premio Fipresci de la crítica internacional. De esta manera, resultaron premiadas las dos películas latinoamericanas que compitieron por el Oso de Oro.

Luego de recibir el galardón Alfred Bauer durante la ceremonia de entrega de la Berlinale, Fernando Eimbcke dijo que Lake Tahoe superó sus expectativas y las de su equipo. En entrevista comentó que “el haber venido al festival ya era un premio. Nos mentalizamos en que no íbamos a ganar nada y haberlo hecho fue inesperado para nosotros. Es un premio muy importante”.

El tema de la tortura

El Gran Premio del Jurado fue para Errol Morris por el documental Standard Operating Procedure, sobre las violaciones a los derechos humanos por parte de soldados estadunidenses en la cárcel de Abu Ghraib, en Irak. Fue la primera vez que un documental compitió en la Berlinale.

El Oso de Plata al mejor actor fue para el iraní Reza Naji, por interpretar a un hombre que se queda sin trabajo y debe sostener a toda una familia en The Song of Sparrows, de Majid Majidi. Como mejor actriz fue elegida la británica Sally Hawkins por la comedia Happy-Go-Lucky, de Mike Leigh, en la que encarna a una treintañera desbordante de optimismo.

El Oso de Plata al mejor guión fue para la china In Love We Trust, de Wang Xiaoshuai, sobre una madre que lucha por su hija enferma de cáncer.

El brasileño Padilha, de 40 años, agradeció el premio y aseguró que Costa-Gavras, director de películas como Missing, ambientada en Chile, “es un héroe para todos los directores latinoamericanos”.

El director dijo luego en declaraciones a la televisión alemana que el Oso de Oro es un premio para todo el cine brasileño. “Es un impulso para hacer otras películas críticas. El debate es muy importante en nuestro país. Lamentablemente, la realidad brasileña en las grandes ciudades es peor de lo que se muestra en la película”, añadió Padilha, y afirmó que los policías no serían tan corruptos y violentos si ganaran mejores sueldos. En la presentación del filme, el director aseguró que toda la violencia que muestra Tropa de elite no existiría si las drogas no estuvieran prohibidas.

La trama sigue a un capitán (Wagner Moura) de la tropa de elite BOPE, especializada en la lucha contra el narcotráfico en las favelas, y a dos jóvenes aspirantes a integrar el cuerpo. El capitán está a punto de ser padre y necesita encontrar un hombre capacitado para hacerse cargo de la peligrosa misión de velar por la seguridad del Papa en su visita a Río, en 1997.

A ritmo de documental

Para retratar la violencia de la forma más realista posible, Padilha recurrió a un tono muy cercano al documental: la cámara se va moviendo frenéticamente siguiendo a los actores, quienes a su vez improvisan todo el tiempo con base en pautas previas, sumergiendo al espectador en la violencia de las favelas con un ritmo trepidante y una banda sonora ensordecedora. El director aseguró que en Brasil hubo mucha presión para que la película no se mostrara, pero que eso sólo aumentó la expectación, lo que convirtió al film en el más taquillero de la historia brasileña.

El director se defendió de las críticas que consideran que su película es “fascista”, diciendo que con su anterior trabajo, el documental Bus 174, sobre la violencia en Brasil desde la perspectiva del joven secuestrador de un autobús, lo calificaron de comunista. “Esta vez quise mostrar la violencia desde la perspectiva policial, algo que se hizo en Estados Unidos y en Europa, pero en Brasil nunca. En Tropa de elite he querido explicar cómo el Estado corrompe a los policías o los incita a la violencia. Creo que una gran mayoría de brasileños comprende el fondo de la película.”

 
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