Interpretando a la víctima, en el teatro de La Gruta
Presentan por primera vez en América una obra de los hermanos Presnyakov
La puesta en escena de Interpretando a la víctima, a cargo de la compañía mexicana Por Piedad Producciones, marca la presentación en el continente americano de los hermanos Oleg y Vladimir Presnyakov, considerados la nueva y potente voz de la dramaturgia rusa.
Escrita en 2003 y estrenada ese mismo año en el Festival de Edimburgo, la obra se vale del humor reflexivo, por momentos crudo e incisivo, para dejar constancia de hasta qué extremo la humanidad actual vive inmersa en la vacuidad, la incongruencia y la desazón como resultado de este exterminio de ideologías e ideales en que nos han situado el neoliberalismo y la globalización.
“Es una obra que nos da la oportunidad de conocer qué es lo que ocurre en el teatro ruso contemporáneo, mediante el quehacer de estos hermanos que, sin duda, son los que gozan de mayor éxito y prestigio en su país. Esta es la primera ocasión que se monta un trabajo suyo en América”, señala Ana Graham, productora y actriz del montaje, cuyo estreno tendrá lugar el 22 de febrero en La Gruta del Centro Cultural Helénico.
“Pero, al mismo tiempo, evidencia los puntos de contacto entre países y culturas en apariencia tan lejanos como son Rusia y México, merced al modelo neoliberal, que ha derrumbado y exterminado ideologías y mantiene a las nuevas generaciones sin identidad, instaladas en una contemplación sin sentido, acaso hasta en el nihilismo, algo que sobrepasa a la llamada Generación equis.”
Este aspecto queda delineado en la obra con el personaje de Valya, un abúlico treintón que después de abandonar la universidad decide ganarse la vida como un absurdo actor que se alquila a la policía para representar el papel de la víctima en la reconstrucción de crímenes.
Aunque está inscrita en el terreno de la farsa, para el director escénico Martín Acosta la obra trasciende ese ámbito, pues “no cuenta con la estructura tradicional de la farsa, ni siquiera la estructura artistotélica”, y la ubica en un terreno más amplio.
“Pasa por muchos tonos. En momentos es un melodrama muy excedido, en otros una comedia con diálogos muy ágiles y lúdicos. Es un universo muy parecido al que navegamos en México: el neoliberalismo, la burocracia, el desencanto de nuestra generación y de la nueva ante la falta de oportunidades y de una ideología que motive o enganche”, agrega el creador en entrevista.
“Tiene, pues, situaciones más allá de la farsa, que normalmente tiende a cierta ideología o moraleja, incluso a lo didáctico, y esta obra tiende a lo filosófico, al buscar una explicación de la conducta del hombre, pero no mediante una moraleja, sino de dierentes cuadros. Es como una serie de viñetas que juntas construyen un universo.”
Dicho universo, explica Acosta, está representado por sendas reconstrucciones de tres crímenes y una reconstrucción final, que es en donde esos hechos aparentemente desvinculados terminan por adquirir un sentido unitario.
La propuesta del director está apegada a la versión original de los hermanos Presnyakov, salvo el final, donde tuvo que hacer una ligera modificación “por necesidades de la puesta en escena”.
De acuerdo con Martín Acosta, entre los aspectos que pueden aprovecharse en el país de Interpretando a la víctima, destaca la posibilidad de conocer y asimilar la manera de hacer humor que tiene ese par de dramaturgos siberianos:
“Manejan las situaciones de una manera que no se nos da tanto a los mexicanos, que es el juego de la comedia. En México, cuando se quiere hacer comedia es costumbrismo, porque es muy difícil superar el lugar común de la realidad y el costumbrismo está a un paso del melodrama, y como ejemplo está que nos reímos de que Pedro Infante grite ‘Torito, toritooo’, pero lueguito lueguito lloramos. Esa es la naturaleza del mexicano, tratamos de hacer comedia y nos sale melodrama y buscamos hacer melodrama y nos reímos.”
Tras su estreno, el 22 de febrero, a las 20:30 horas, Interpretando a la víctima, a cargo de Por Piedad Producciones, realizará temporada en la Gruta del Centro Cultural Helénico (avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn) hasta mayo, con funciones los viernes a las 20:30 horas, los sábados a las 19 y los domingos a las 18.