Le imputan haber participado en el secuestro y la desaparición de dos peronistas
Acusan a ex jugador de futbol de haber sido agente del ejército en la dictadura argentina
Ex represor involucrado en una matanza viola la detención domiciliaria, denuncian ONG
Madres de Plaza de Mayo mantienen en tribunales casos de niños robados por militares
Buenos Aires, 14 de febrero. Un ex arquero que estuvo en varios cuadros de futbol aquí y en Brasil, Edgardo el gato Andrada, fue señalado por un acusado de crímenes de lesa humanidad, como agente de inteligencia del ejército en tiempos de la dictadura (1976-1983).
Aunque Andrada admitió haber pertenecido al ejército, negó los cargos que le imputó Eduardo Constanzo, detenido en Rosario por el secuestro y asesinato de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereira Rossi en 1983.
Ambos fueron secuestrados en un bar del centro de la ciudad de Rosario el 14 de mayo de ese año y días después sus cadáveres aparecieron cerca de Zárate, con disparos a quemarropa y señales de tortura.
Por estos casos además está detenido el ex subcomisario, Luis Patti, quien llegó a ser en democracia intendente de la ciudad de Escobar, provincia de Buenos Aires.
Constanzo vinculó a Andrada al grupo de tareas que secuestró a los militantes y que acompañó todo el proceso hasta la desaparición y muerte de ambos. El tema conmocionó el ambiente del futbol en la provincia de Santa Fe, donde Andrada trabaja para el Club Rosario Central.
Otro caso que golpea fuerte en estas horas es la denuncia de organismos de derechos humanos de la provincia de Salta contra el ex teniente coronel Hugo Espeche, involucrado en el fusilamiento de doce detenidos políticos en la llamada “matanza de Palomitas”, quien ha violado la detención domiciliaria impuesta por la justicia en esa causa.
Espeche, quien entonces era capitán del ejército, tenía asignada la prisión en su casa en la ciudad de Comodoro Rivadavia. Organismos humanitarios afirman que Espeche no sólo sale de su domicilio, sino que participa en trabajos en una agencia de seguridad privada.
Por otra parte, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se presentó en los tribunales federales de Paraná para reclamar se cite a declarar y se procese a los responsables “de la apropiación y sustitución de identidad de niños nacidos en el hospital militar de esa ciudad, (capital de la provincia de Entre Ríos) durante la última dictadura”.
Los niños que busca Carlotto en Paraná ahora son adultos de casi 30 años. “Sabemos con certeza que en este hospital nacieron chiquitos nuestros”, dijo. Se trataría de por los menos cuatro bebés entre los cuales estarían dos nacidos entre febrero y marzo de 1978, hijos de Raquel Negro y de su segunda pareja, el dirigente montonero Tulio Tucho Valenzuela, ambos desaparecidos.