Usted está aquí: miércoles 13 de febrero de 2008 Política Los mexicanos “están para jalar” con EU; no son una amenaza

En La Villita, el más emblemático barrio de Chicago, Calderón ofrece fronteras seguras

Los mexicanos “están para jalar” con EU; no son una amenaza

Están agotados los tiempos políticos para lograr una modificación a la política migratoria de Washington

Habrá entendimiento con “autoridades americanas” una vez que sean electas, dice

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón Hinojosa saluda a la gente que acudió a recibirlo en Chicago. Posteriormente, en una preparatoria local, habló sobre la importancia del trabajo de los connacionales en Estados Unidos El presidente Felipe Calderón Hinojosa saluda a la gente que acudió a recibirlo en Chicago. Posteriormente, en una preparatoria local, habló sobre la importancia del trabajo de los connacionales en Estados Unidos Foto: Ap

Chicago, Illinois, 12 de febrero. A la preparatoria de La Villita, este emblemático barrio mexicano en Chicago, el presidente Felipe Calderón llegó a que lo escucharan. Unico orador en un acto que duró menos de 40 minutos, donde ofreció fronteras seguras, no confrontarse con Estados Unidos y enfatizó que los mexicanos no deben ser vistos como “amenaza”, pues en todo caso “están para jalar” con este país.

Horas antes, frente a un selecto grupo de líderes comunitarios, hizo ver que los tiempos políticos para lograr una modificación a la política migratoria de este país están agotados, cuando dijo que es posible iniciar una era de entendimiento con las “autoridades americanas” una vez que sean electas.

Y por lo pronto, pidió ayuda y consejo para definir la estrategia gubernamental en pos de lograr acuerdos benéficos para los connacionales, aunque no se atrevió a plantear con todas sus letras el tema de una reforma migratoria. “Si nosotros debemos presionar más, presionaremos; si debemos ser cautos y bajar las tensiones que ha generado este tema para poder avanzar más eficazmente, lo haremos también”, ofreció a sus interlocutores.

De los acuerdos concretos que anunció, uno es para certificar cocineros, meseros y afanadoras que sean reconocidos aquí, y otro para traer profesores que enseñen inglés.

La tónica de los dos encuentros que sostuvo el Presidente con las comunidades mexicanas radicadas en esta ciudad, no se modificó. A puerta cerrada, escuchó sus peticiones y sólo en una de éstas la prensa tuvo acceso, pero simplemente para registrar el discurso presidencial.

En el tercero, en una preparatoria de La Villita, ni siquiera se dejó hablar a cientos de mexicanos que fueron concentrados bajo estrictas medidas de seguridad; tuvieron acceso sólo aquellos que portaban un brazalete.

Y es que se encontraba en el corazón de la comunidad mexicana que vive en Chicago, donde se concentran 91 mil connacionales. Si no fuera por las edificiaciones y el trazado de las calles, este barrio bien parecería un pedazo del territorio nacional. Aquí abundan las taquerías, las calles fueron bautizadas con nombres como la avenida México y “Honorary Los Tigres del Norte”.

Y por todos lados hay oficinas para enviar dinero al otro lado del río Bravo y negocios bautizados muy a la mexicana: Maya, Almacenes Marías, Birriería La Tapatía, el mercado Cuauhtémoc.

A su llegada al gimnasio de esta escuela, Calderón junto con su esposa, Margarita Zavala, saludaron rápidamente a quienes se encontraban en la orilla de las filas y luego subió al templete.

Adelante estaba la “gente nice”, como definió una asistente a los seleccionados por el consulado, quienes se sentaron en las primeras filas. Sólo atrás podía verse a algunos integrantes de clubes de migrantes.

Si bien se ganó algunos aplausos y porras de un sector del público cuando reconoció a quienes se juegan la vida con “heroísmo”, el michoacano no logró entusiasmar a otra parte del auditorio que lo escuchó en silencio.

Siempre cuidadoso de no confrontarse en el discurso con Estados Unidos, dijo que los migrantes no son una amenaza y que en todo caso están para jalar con este país. Prometió así “trabajar codo con codo para revertir la discriminación y el hostigamiento que padecen”.

Demandas de líderes comunitarios

Previamente, acompañado por la gobernadora perredista de Zacatecas, Amalia García Medina, quien se incorporó a este tramo de la gira, se reunió con líderes de organizaciones de migrantes que demandaron apoyo de los consulados en momentos en que han arreciado las redadas de la migra en distintos puntos del territorio estadunidense.

Precisamente, Amalia García resumió los planteamientos de los connacionales: estrategias para mejorar la calidad educativa, para acabar con el hostigamiento y que se haga ver a la sociedad estadunidense las contribuciones que hacen.

La perredista consideró finalmente que como el “tiempo es el peor enemigo, no hubo suficiente para que expresaran” todos los puntos de vista.

 
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