Pide el Pentágono pena de muerte a procesados por el 11-S
Miami, 11 de febrero. El Pentágono pidió hoy que el supuesto organizador de los ataques del 11 de septiembre, Khalid Sheikh Mohammed, y otras cinco personas, sean procesados bajo cargos de asesinato y conspiración, y pidió la pena de muerte si son encontrados culpables.
Amnistía Internacional fustigó que Estados Unidos busque sentenciar a la pena capital a los acusados, cuestionó la imparcialidad de las comisiones militares ante las que comparecerán los sospechosos y expresó su temor a que se use como evidencia información arrancada bajo tortura.
Las acusaciones, si son aprobadas por el funcionario nombrado por el Pentágono para supervisar los juicios en Guantánamo, serán las primeras de la corte de guerra vinculadas con la participación directa de los inculpados en los ataques de 11 de septiembre contra las Torres Gemelas, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington.
Mohammed, un ciudadano paquistaní conocido como KSM, ha dicho que planeó todos los detalles de los ataques del 11-S.
Pero su confesión podría ser problemática si se usa como evidencia, porque la CIA ha admitido que lo sometió a una técnica de ahogamiento simulado conocida como waterboarding en los interrogatorios.
Esta práctica se considera un tipo de tortura y las normas de la corte de Guantánamo prohíben el uso de evidencia obtenida mediante esos métodos, al igual que un tratado internacional al que Estados Unidos está adscrito.
El brigadier general de la Fuerza Aérea, Thomas Hartmann, no descarta el uso de la evidencia reunida durante el interrogatorio de Mohammed.
Los cargos incluyen conspiración con Al Qaeda para atacar y asesinar civiles y 2 mil 973 cargos de asesinato por los fallecidos en los ataques del 11-S.
La Casa Blanca no estuvo involucrada en la decisión de buscar la pena de muerte, según Hartmann y una vocera del presidente George W. Bush.
Además de Mohammed, el Pentágono quiere procesar a Ali Abdul Aziz, Mohammed Qahtani, Ramzi Binalshibh, Mustafa Ahmed Hawsawi y Walid bin Attash.
El ejército de Estados Unidos comenzó a enviar a los detenidos a la cárcel de la bahía cubana en enero de 2002 y espera enjuiciar a 80 de los 275 que permanecen allí.