Era considerado uno de los pilares del teatro moderno
Murió el dramaturgo Emilio Carballido en Veracruz
Ampliar la imagen El escritor Emilio Carballido, durante un homenaje que le rindieron en la ciudad de México el 25 de junio de 2005 Foto: María Luisa Severiano
El corazón del destacado escritor y dramaturgo mexicano Emilio Carballido dejó de latir ayer, a los 82 años de edad, en la ciudad de Jalapa, Veracruz.
Víctima de un infarto agudo al miocardio falleció quien era considerado uno de los pilares del teatro moderno por haber ido en contra de la idea de que las artes escénicas debían ser didácticas. Afirmaba que “lo único didáctico posible es dar buenas obras, hermosamente preparadas. No hay otra. Para cambiar las estructuras sociales es mejor un mitin que una obra de teatro.
“No podemos escribir predispuestos a denunciar algo. Si somos personas comprometidas y tenemos preocupaciones éticas, la obra va a reflejar automáticamente lo que somos y en quién creemos, pero también nos revelará rincones desconocidos de nuestro pensamiento”, señalaba.
Carballido nació el 22 de mayo de 1925 en la ciudad de Córdoba, Veracruz. Perteneció al grupo de artistas conocido como Generación de los 50, y tuvo como compañeros a Sergio Magaña, Rosario Castellanos, Jaime Sabines y Sergio Galindo, entre otros.
Estudió letras inglesas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y cursó la maestría en letras en esa casa de estudios. Además fue becado por el Instituto Rockefeller y por el Centro Mexicano de Escritores.
Se dio a conocer como dramaturgo con la obra Rosalba y los llaveros, estrenada en 1950 en el Palacio de Bellas Artes, bajo la dirección de Salvador Novo. Le siguieron éxitos teatrales como Un pequeño día de ira (1961), obra con la que ganó el Premio Casa de las Américas de Cuba. También ¡Silencio pollos pelones, ya les van a echar su maiz! (1963), Te juro, Juana, que te tengo ganas (1965), Yo también hablo de la Rosa (1965), Acapulco los lunes (1969), Las cartas de Mozart (1974) y Rosa de dos aromas (1986), entre otras.
De igual forma, desarrolló una prolífica carrera cinematográfica con la elaboración de guiones y argumentos. En 1972 recibió dos Arieles por el argumento y guión de El águila descalza, de Alfonso Arau. También se hizo merecedor al Ariel de Oro por su trayectoria en el séptimo arte por su participación en más de 50 películas.
El narrador, crítico y guionista participó en varios talleres de arte en diferentes instituciones, y en reconocimiento a su labor la Universidad Veracruzana lo distinguió con un doctorado honoris causa. En 1996 obtuvo el Premio Nacional de Literatura.
En noviembre del año pasado, el autor de Orinoco recibió un homenaje en el Teatro de la Danza. Ésa fue una de sus últimas apariciones en público.
En marzo de 2007, Carballido formó una sociedad en convivencia con el coreógrafo Héctor Herrera, su pareja de muchos años.