Desde hace años es desmantelado ese subsistema
La reforma a telesecundarias, discurso vacío, dice la CNTE
En México, a pesar de que seis de cada 10 secundarias públicas son telesecundarias en las que se atienden a cerca de 1.3 millones de alumnos, la propuesta de reforma del subsistema que impulsa la Secretaría de Educación Pública (SEP), “no es más que un discurso vacío de contenidos, pues desde 1989 inició un desmantelamiento que nunca se ha frenado, pese a que aún es una alternativa para miles de jóvenes en condiciones de pobreza”, aseguraron maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Fundadores de ese sistema de enseñanza, afirmaron que las propuestas de las autoridades educativas para “reactivar las telesecundarias y que dejen de ser el patito feo del sistema educativo, no es más que un falso discurso, pues en los hechos la fantasía de impulsar las tecnologías de la información en los planteles se viene abajo cuando se constata que muchos no cuentan siquiera con energía eléctrica”.
José González Figueroa, líder histórico de la CNTE, afirmó que la telesecundaria sigue siendo la “única opción para jóvenes de zonas rurales y de la periferia de las grandes ciudades, porque es ahí donde se les da un espacio que no tienen en otras escuelas, pero sobre todo porque la telesecundaria aún es la única en llegar a las regiones más apartadas”.
Por ello, aseguró que cuando “se quita su esencia a la telesecundaria, como se plantea en la nueva reforma que impulsa la SEP, orientada a la aplicación de tecnologías de la información en el aula, pero sin proyecto ni contenidos innovadores, se convierte en una salida falsa, sobre todo en una propuesta irresponsable, porque la tecnología que pretenden impulsar no está al alcance de la mayoría de las comunidades, pero tampoco existe capacitación para los docentes”.
Por su parte, José Manuel Cisneros, también integrante de la CNTE y uno de los profesores fundadores del sistema de telesecundaria, destacó que desde su inicio, en 1968, la organización se caracterizó por ser un “movimiento magisterial independiente, que luchó junto a los padres de familia para abrir teleaulas, como se les llamaba en esa época en prácticamente cualquier espacio disponible, desde atrios de parroquias, casas particulares, fábricas abandonadas e incluso parques”.
Las autoridades de la SEP, agregó, pretenden soslayar que fue el charrismo sindical el que cooptó y desarticuló un proceso en el que los “maestros nos sentíamos libres para convocar a los padres y a la comunidad para echar a andar una telesecundaria, pero sin tener el peso de toda la burocracia del sindicato oficial, que desde 1979 inició un proceso para corromper las estructuras del subsistema y controlar los puestos claves”.
González Figueroa, advirtió que no funcionará “ninguna reforma que no tenga como base la recuperación de un modelo innovador que alentó una enorme participación de la comunidad, de alumnos y maestros, y que hoy lucha por sobrevivir ante el enorme rezago presupuestal, pero sobre todo porque la telesecundaria fue un modelo con una clara vocación social, orientada a los más pobres, pero con una enorme calidad académica, propuestas que no se recuperan en la reforma de 2007”.