Usted está aquí: sábado 9 de febrero de 2008 Capital Con mantas contra la privatización de Pemex, terminó el Parlamento Juvenil

“Diputados” se enfrascaron en recriminaciones partidistas durante la última sesión

Con mantas contra la privatización de Pemex, terminó el Parlamento Juvenil

Legislador panista culpa a la CND del comportamiento de los “hijos del PRD”

Gabriela Romero Sánchez

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Ampliar la imagen Parlamentarios de los partidos de los Trabajadores y de la Equidad desplegaron mantas en rechazo a la privatización energética. Otros "diputados", vinculados con el PAN, recriminaron su punto de vista Parlamentarios de los partidos de los Trabajadores y de la Equidad desplegaron mantas en rechazo a la privatización energética. Otros “diputados”, vinculados con el PAN, recriminaron su punto de vista Foto: Francisco Olvera

El repudio a la privatización de la industria energética se hizo sentir en el Parlamento de la Juventud 2008, que se llevó a cabo en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), dividiendo a los 47 “diputados”, de un total de 66, presentes en el salón de plenos.

En la tribuna, Gerardo González, del Partido de los Trabajadores, cuestionaba los constantes ataques a la gobernabilidad y la sustentabilidad de la ciudad de México, y las “perversas campañas de odio y desprestigio” orquestadas desde Los Pinos en contra de un proyecto de nación, “que veta por una parte los anhelos del pueblo y por otra lesiona los derechos y la voluntad popular como ha sido el desafuero (de Andrés Manuel López Obrador) y el fraude electoral del 2 de julio de 2006”.

Poco a poco, en los palcos comenzaron a surgir cartulinas con consignas que iban desde la exigencia “Felipe saca tus manos limpias de Pemex” hasta el recordar que “Pemex nos costó a todos”. Mientras, frente a la tribuna, media docena de jóvenes desplegaban dos mantas.

El presidente de la mesa, el parlamentario Alberto de la Barreda, pidió orden, mientras otros jóvenes de los partidos de la Democracia, de la Libertad y del Desarrollo Sustentable, vinculados con Acción Nacional (PAN), intentaban arrebatarles las mantas a sus homólogos de los Trabajadores, sin conseguirlo.

El desorden inundó el salón de plenos y afloraron las recriminaciones de unos a otros por sus posiciones políticas, haciendo imposible continuar con la sesión. De la Barreda decretó un receso de más de una hora.

Al bajar, tres parlamentarios acorralaron en una de las curules a González, a quien recriminaban su comportamiento. “No pertenezco a ningún partido, formó parte de un movimiento social”, espetó el estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.

“Soy militante de Acción Nacional orgullosamente”, respondió uno de los tres jóvenes, mientras los otros decían: “los sindicatos son una mierda”. “La neta no vale, se la pelaron. Tu presidente se llama Felipe Calderón, y si hubo un fraude, ¿por qué esta bola de diputados no rechazó ocupar la curul, si la elección había sido ilegal?”, recriminaban a González.

En otro extremo, otro grupo de “diputados” lamentaba que esto hubiera ocurrido, ya que auguraban no habría más Parlamento de la Juventud.

El presidente de la Comisión del Deporte de la ALDF y organizador del parlamento, el diputado panista Jorge Romero, responsabilizó en entrevista a la Convención Nacional Democrática, “de un presidente legítimo, es otra vez, estropear las cosas. O sea, por qué sí creen que hay una presidencia legítima no pueden venir a defenderla en la tribuna. Siempre los hijos, la sucesión del PRD, y ni siquiera de todo el PRD, pero de la Convención Nacional Democrática, siempre –hasta lo que se hace de mejor corazón– tienen que venir a estropearlo todo”.

Poco después de las 13 horas, se reanudó la sesión para clausurar el Parlamento de la Juventud. Ahí, la diputada pevemista María del Carmen Peralta Vaqueiro recriminó: “se cometió una falta de respeto a este recinto legislativo. Hay que respetarnos y defender nuestros puntos de vista con madurez política y argumentos inteligentes, sin agresiones”.

Así terminó el Parlamento de la Juventud, cuya organización estuvo plagada de irregularidades, desde la aprobación de los 66 “parlamentarios” por parte de dos diputados del PAN y uno de la coalición Socialdemócrata y la consejera Yolanda Columba Manríquez, hasta la aprobación de un reglamento que le daba un voto de calidad al presidente de la mesa, cuando esto no existe en un congreso.

 
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