Evitar destrucción de boletas de 2006, reclamo perredista; triunfó la pluralidad, dice panista
“Nuevo mañana” en el IFE, ofrecen consejeros al asumir sus cargos
Deriva en besamanos rendición de protesta de Leonardo Valdés como titular del instituto
Llegó repartiendo abrazos de viejo político. Con una sonrisa permanente en el rostro recorrió el salón de sesiones, donde recibió los parabienes del caso, hasta convertirse en besamanos de todos aquellos que ya lo veían con la aureola de consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE). Así, Leonardo Valdés se presentó para protestar el cargo y pronunciar un anticlimático discurso que inauguraba la nueva era de la institución.
Sesión protocolaria plena de palabras con aspiraciones fundacionales, predicando el “nuevo mañana” que está por venir en el IFE y con mensajes que coinciden en casi todos los oradores: finiquitar el polémico 2006, ofreciendo –a lo que están obligados– cumplir la ley. “Convoco a todos los que compartimos esta responsabilidad a realizar nuestras actividades con total apego a las normas constitucionales y legales”, pronunció Valdés.
Acaso sólo dos discursos alteraron el protocolo de bienvenida a los nuevos consejeros. El perredista Rafael Hernández resumió el catálogo de demandas partidistas, recordándoles, de paso, los saldos de la pasada elección presidencial: “emplazo a los nuevos integrantes del Consejo General a que eviten la destrucción de las boletas electorales de 2006 y encuentren los mecanismos jurídicos para hacerlas de acceso público; es imperativo aclarar el gasto de campaña, dejando claro los espots no reportados por los partidos.
Con esta lógica, Hernández pidió un nuevo esquema de fiscalización que rompa las inercias en el órgano comicial. “Necesitamos un cambio completo en la estructura de mandos de esta institución. Necesitamos un nuevo IFE fortalecido para las elecciones de 2009”.
Tocaría al panista Roberto Gil hacer sus propios reclamos sobre la secuela de 2006. “Con la decisión que tomó la Cámara de Diputados triunfó el diálogo socialmente útil. Es una victoria de la pluralidad frente a la cerrazón del séquito del caudillo. Es un éxito de la política sobre la rupestre cantaleta de ‘al diablo con las instituciones’”.
En su oportunidad, Benito Nacif sostuvo que “el país ha sido capaz de transitar en paz y con estabilidad hacia un régimen democrático plenamente competitivo. Pero la democracia mexicana es todavía una obra inacabada, aún queda mucho por hacer en materias como financiamiento y fiscalización de partidos y campañas”.
Con la soltura de un viejo conocido en el IFE, Marco Antonio Baños fue el único que retomó la agenda planteada por el PRD. “Los nuevos consejeros debemos sumarnos de inmediato a la revisión minuciosa de esa agenda y de casi 40 reglamentos, a efecto de establecer una ruta crítica de trabajo para la institución”, sostuvo.
Empresa suspendida
Al término de la sesión, los nueve consejeros ofrecieron una conferencia de prensa en la que Baños respondió a los cuestionamientos sobre su empresa de asesoría a partidos y otras instancias en asuntos político-electorales. Explicó que desde abril, la firma –que fundó con la ahora magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanís– tiene la suspensión de la Secretaría de Hacienda.
Dijo que durante su estancia en la misma participó en actividades para la Comisión Ejecutiva de la Reforma del Estado y de otros organismos electorales, y reconoció que asesoraron al Partido Alternativa. Tras desestimar que esa empresa implicara conflicto de interés con su nuevo encargo, comentó que, efectivamente, fungió como asesor externo de Alternativa, por lo que en algunos casos podría excusarse de participar en los debates.
–¿Se sacaron la rifa del tigre? –se preguntó a los nuevos consejeros.
–Esa expresión supone algo completamente azaroso, como caído del cielo y, la verdad, no es mi caso, y creo que tampoco el de mis compañeros –respondió Nacif, quien completó señalando que hay grandes retos.
Por su parte, Baños dijo que dicha expresión lleva implícito el reconocimiento a la “asunción de un reto profesional muy relevante”. Solo Valdés retomó el tono coloquial: “si ese es el tigre, estoy cierto de que vamos a domarlo, vamos a lograr que el tigre trabaje adecuadamente para que la institución se fortalezca”.