Usted está aquí: viernes 8 de febrero de 2008 Mundo No enviará observadores a las elecciones presidenciales de Rusia, anuncia la OSCE

Molestia rusa por la decisión, aunque no preocupa a las autoridades del Kremlin

No enviará observadores a las elecciones presidenciales de Rusia, anuncia la OSCE

Alega que Moscú impuso limitaciones “que no son propicias para realizar la supervisión”

Viajarán 30 enviados del Consejo de Europa a los comicios que se realizarán el 2 de marzo

Juan Pablo Duch (Corresponsal)

Moscú, 7 de febrero. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), tras alegar que Rusia “impuso limitaciones que no son propicias para realizar la supervisión electoral”, anunció hoy que no enviará observadores a las presidenciales del próximo 2 de marzo en este país.

Por divergencias irreconciliables en cuanto al número de expertos y la duración de su labor –razones similares a las que motivaron su ausencia en las legislativas de diciembre pasado–, la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (OIDDH), considerada la principal instancia en materia de vigilancia electoral dentro de la OSCE, así como la Asamblea Parlamentaria de esta organización, declinaron hoy la invitación a participar en las presidenciales rusas.

Concluyó así el estira y afloja que mantuvieron las últimas semanas la OSCE y la Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia. Esta, inicialmente, había aceptado recibir observadores sólo tres días antes de la votación, a partir del 28 de febrero, mientras la OSCE quería que su misión comenzara a trabajar ya el 11 de febrero.

En lo que resultó una fallida fórmula de compromiso, el CEC propuso a la OIDDH que sus 75 observadores estuvieran en Rusia desde el 20 de febrero y, en una concesión final, dijo estar dispuesto a que 25 expertos europeos empezaran su labor el día 11 y que el resto, 50 personas, se incorporaran nueve días más tarde.

El titular de la OIDDH, el austriaco Christian Strohal, argumentó este jueves que las reglas tienen que ser iguales para todos, en alusión a que la oficina debe supervisar la campaña electoral y no sólo la jornada de votación.

“Ante los 56 países miembros de la OSCE, tenemos la obligación de cumplir el mandato que se nos confirió, pero Rusia impuso limitaciones que no son propicias para realizar la supervisión electoral de acuerdo con este mandato”, afirma en un comunicado difundido esta tarde.

La reacción de Rusia no se hizo esperar: “Nadie entiende a qué se debe que, al tratarse de nuestro país, la OIDDH es inflexible y poco cortés al insistir en que tienen que venir con un mes de antelación a ocuparse de quién sabe qué. Eso es un ultimátum y un país que se respeta a sí mismo no admite ultimátum de ningún tipo”, reviró el canciller Serguei Lavrov.

La ausencia de observadores de la OSCE causó molestia, aunque no preocupa al Kremlin. Es un gesto que resta legitimidad al siguiente presidente de Rusia, pero el virtual candidato ganador, Dmitri Medvediev, parece tener la certeza de que importa más a sus futuros colegas europeos la política que pueda instrumentar el sucesor de Vladimir Putin que la forma en que resulte electo.

Además, todo parece indicar que vendrá un grupo de 30 observadores de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, aparte de que aquí estarán las siempre favorables misiones de la Comunidad de Estados Independientes, la organización de las antiguas repúblicas soviéticas, y de la Organización de Cooperación de Shanghai.

 
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