La amenaza, sobre todo al informar acerca de narcotráfico, asevera en informe anual
México, muy peligroso para ejercer el periodismo, señala centro especializado
Critica a gobiernos de Estados Unidos, Rusia, China, Cuba, Venezuela, Brasil y otros
Nueva York, 4 de febrero. Cuba, Venezuela, Brasil y México figuran entre los países de América Latina más criticados por el Centro para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) en su informe anual sobre la libertad de prensa en el mundo, donde 65 reporteros murieron en 2007 en el ejercicio de su profesión.
El informe Ataques a la prensa, publicado este lunes, denuncia que 24 periodistas siguen detenidos en Cuba, Venezuela calló por razones políticas a la televisora opositora RCTV, y tres comunicadores fueron asesinados en México.
“Cuba continuó (...) entre los países donde los periodistas tienen más dificultades para cumplir con su labor informativa al expulsar a tres corresponsales extranjeros”, indica el informe.
Un total de 24 reporteros siguen presos en la isla caribeña, segundo país detrás de China (29) en cantidad de periodistas presos en el mundo, señala, y agrega que el régimen cubano “continuó su estricto control sobre el acceso a Internet”.
En Venezuela, la decisión del gobierno de Hugo Chávez de no renovar la frecuencia a RCTV “significó un serio retroceso para la libertad de expresión”, en un Estado donde “no quedaron televisoras nacionales críticas del gobierno”.
México es muy peligroso para el ejercicio del periodismo –sobre todo a la hora de informar sobre narcotráfico– con un total de tres periodistas y tres trabajadores de prensa asesinados en 2007, así como tres desaparecidos.
De acuerdo con dicho centro, Brasil también viola la libertad de prensa por medio de la censura impuesta por los tribunales de justicia y el gobierno.
“Una y otra vez, los tribunales locales dictaron fallos que impidieron que los periodistas informaran sobre corrupción, mientras altos funcionarios atacaron con frecuencia a los medios por su cobertura informativa”, señala.
El CPJ critica también a Argentina, donde el año pasado el gobierno del anterior presidente, Néstor Kirchner, “aumentó de manera dramática su presupuesto de publicidad, recompensó con anuncios oficiales a los medios que apoyaron sus políticas y castigó a los medios críticos retirándoles avisos”.
Mediante ese método, agrega el centro, el gobierno argentino “influyó sobre la cobertura informativa de la elección que ganó la esposa de Kirchner”, la actual presidenta Cristina Fernández.
En tanto, una creciente hostilidad entre el gobierno del presidente Evo Morales y los medios privados “reflejó un año de tensión generalizada entre la mayoría indígena de Bolivia y la oposición conservadora de descendencia europea”.
El organismo con sede en Nueva York indica que “la intolerancia de Morales hacia las críticas en la prensa se pareció a la actitud adoptada por Chávez, cuya hostilidad hacia los medios se ha vuelto cuestión de rutina”.
Cae autoridad moral de Washington
La libertad de prensa en América Latina se vio además afectada por el distanciamiento entre Estados Unidos y la región, añade.
“El desgaste de la autoridad moral de Estados Unidos para criticar las violaciones de la libertad de prensa ha generado un ambiente más peligroso para los periodistas en América Latina”, indicó Carlos Lauría, coordinador del centro.
De acuerdo con Lauría, quien encabeza el programa para América, “al retener a dos periodistas por periodos prolongados sin presentar acusaciones formales en su contra –uno en Irak y el otro en la base naval de Guantánamo (Cuba)–, Estados Unidos ha dañado su reputación como líder de la democracia”.
Por otra parte, Lauría advierte que la focalización de Washington en Cuba y Venezuela ignora otros países con problemas en la materia, como Colombia, cuyo gobierno parece haber recibido “un cheque en blanco” de Estados Unidos.
A escala mundial, 2007 fue el año más mortífero para la prensa en más de una década, con 32 reporteros muertos en Irak. Además, muchos periodistas fueron detenidos por cargos imprecisos, de acuerdo con el CPJ, que critica, entre otros, a Rusia y China.