Auge a partir de 2000, ante la importación masiva de carne de res y la caída en su precio
La engorda de borregos desplaza a la ganadería bovina en Tabasco
Las ganancias son altas y la recuperación del capitales, rápida, afirma un productor
En abril arrancará el proyecto Maya, que pretende integrar a 700 criadores de corderos de seis entidades
Ampliar la imagen Productores de Tabasco se han dedicado a la crianza del llamado borrego de pelo, por sus “ventajas en la producción y alta rentabilidad” Foto: René Alberto López
Villahermosa, Tab., 3 de febrero. La crianza de borregos comenzó a desplazar a la ganadería bovina en esta zona del sureste, donde en 10 años su crecimiento ha sido “muy marcado”, y varios productores han convertido sus corrales en galeras de pisos elevados para dedicarse a la crianza del llamado borrego de pelo, por sus “ventajas en la producción y alta rentabilidad”.
La crisis de 2000 en el sector ganadero obligó a muchos productores locales a voltear a la actividad de engordar borregos en vez de novillos, pues la comercialización de esta carne, dicen, les genera mayores ganancias y les permite recuperar la inversión de manera más rápida. De este modo, de 1997 a 2007 aumentó la producción anual de corderos de 12 mil vientres a 100 mil, según datos de la organización Ovinocultores Asociados del Sureste (OAS).
Incluso, en abril próximo, a un año de haberse iniciado, comenzará operaciones el denominado proyecto Maya, que pretende integrar a 700 criadores de corderos de Campeche, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo, sur de Veracruz y Tabasco, por lo que ya es considerado la “punta de lanza” de la actividad pecuaria en el país.
Además, en esta región, donde se produce el borrego conocido como pelibuey o tabasco, se proyecta criar ahora el “cordero maya”, por lo que los productores buscarán la denominación de origen.
“Estamos en plática con instituciones académicas como la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco para buscar que el cordero maya tenga características genéticas y manejo alimentario y sanitario que den sustentabilidad a la misma carne que se esté vendiendo con esa certificación”, explicó Dagoberto Lara Sedas, presidente de OAS, uno de los promotores del proyecto.
Explicó a La Jornada que el plan Maya es un centro de integración ovina del sureste que se consolidó como un proyecto de carácter regional donde participan todos los estados del sureste.
“Se trata de que la visión de los productores no sea nada más poder vender el animal en pie, como es común en otras actividades, sino buscar un proceso adicional de industrialización, así como alternativas del producto, como cortes y derivados de ese mismo producto”.
Tabasco, indicó, será el punto de donde se comercializará la carne y otros subproductos del cordero a los mercados local y nacional. También prevén exportar carne y piel a los países consumidores, por lo que se plantean como reto producir para 2012 entre 250 y 300 mil de borregos anuales, sólo en esta entidad.
Las instalaciones del proyecto Maya tendrán capacidad para engordar 30 mil borregos; se construye a la altura del kilómetro 25 de la carretera Villahermosa- Teapa, donde se invierten 52 millones de pesos, recursos aportados en forma tripartita por los gobiernos federal, estatal y los productores; es decir, cada sector desembolsará 33 por ciento. La primera etapa, con un costo de 12 millones de pesos, quedará concluida en abril próximo.
Lara Seda resaltó que en los últimos años en Tabasco se ha desarrollado notoriamente la crianza de corderos, convirtiéndose en el segundo productor del sureste, atrás de Chiapas, que cuenta con un rebaño de 200 mil cabezas anuales.
“En 1997 se contaba apenas con 17 productores y no había más de 12 mil animales. Ahora somos 250 criadores y la producción anual es de 100 mil corderos”.
Apenas hace ocho años las 80 hectáreas del rancho San Francisco, ubicado a sólo 18 kilómetros de Villahermosa, servían para pastorear los hatos de ganado bovino. Hoy en sus instalaciones se producen anualmente tres mil borregos, principalmente de la raza kathadin.
Carlos Osorio Lastra, propietario del rancho y uno de los mayores productores de la región, mencionó que “la rentabilidad es muy alta y el retorno del dinero también es mucho más rápido”.
Sostuvo que a raíz de la crisis del ganado bovino en 2000, cuando empezó la importación masiva de carne de res, el precio del ganado disminuyó y se complicó su comercialización, “vino como alternativa la crianza de borregos”.
Osorio Lastra destacó las ventajas de criar corderos: “El borrego es un animal que tiene muchísimas bondades, una es su reproductividad. Estamos logrando sacar animales de cinco meses de edad al mercado con 38 o 40 kilos de peso. Un borrego cuesta mil pesos porque se está comercializando a 25 pesos el kilo. Un novillo de 500 kilos se vende entre 8 y 8 mil 500 pesos debido a que el kilo de la res se cotiza en 16 o 17 pesos, pero la diferencia es que hay que esperar 24 meses para vender un novillo y para los borregos sólo se necesitan cinco meses”.
El auge de la producción de borregos ha contagiado hasta a los jóvenes. Antes por las carreteras del estado sólo se observaban ranchos con ganado bovino, pero ahora cunden los predios donde pastorean ovejas.
Antonio Caraveo Magaña, de apenas 16 años de edad, se está iniciando en esta actividad. El pasado 6 de enero pidió a su padre como regalo de reyes 35 borregas de cría, en vez de juguetes, pelotas o algún vehículo, pues, afirma,convencido, “me gusta mucho todo lo relacionado con el campo”.
Joaquín Inurreta Vázquez, veterinario y gerente de OAS, explicó que en esta región se producen cuatro razas de borregos: pelibuey o tabasco, black belli o panza negra, kathadin y dorper. Dijo que por el momento el principal mercado lo tienen en Puebla, Hidalgo y estado de México, adonde se envía 65 por ciento de la producción de Tabasco, porque el resto se consume en el mercado local.
Respecto al proyecto Maya, Lara Sedas abundó que incluso Alberto Cárdenas Jiménez, secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, ha expuesto que puede ser un “modelo” que podría aplicarse en otras regiones del país.
Las instalaciones tendrán corrales de engorda con capacidad para 30 mil corderos. Asimismo, una planta para abastecer a los productores de alimentos que tengan un costo más barato y competitivo con los del mercado de otras plazas comerciales. También va a contar con un centro de mejoramiento genético, así como área de capacitación y transparencia de tecnología, además de un rastro TIF (tipo inspección federal) que será el primero para ganado ovino en el sureste.