Usted está aquí: domingo 3 de febrero de 2008 Sociedad y Justicia Cambios al plan de estudios, prevé el director de Medicina

Relevante, la actualización profesional: Graue Wiechers

Cambios al plan de estudios, prevé el director de Medicina

Emir Olivares Alonso

Ampliar la imagen La ética profesional es un aspecto que debe revisarse en el cambio curricular, afirma Enrique Luis Graue La ética profesional es un aspecto que debe revisarse en el cambio curricular, afirma Enrique Luis Graue Foto: Yazmín Ortega Cortés

Para el recién nombrado director de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Luis Graue Wiechers, no hay duda de que esa escuela tendrá que enfrentar, en los próximos años, una reforma urgente al plan de estudios, mejorar las condiciones de los docentes y vincular la investigación que realiza con los problemas de salud del país.

En entrevista, el funcionario afirma que su meta principal será la renovación de dicho plan, el cual se enfocará al contenido académico y ético; además de brindar a los alumnos las herramientas necesarias para usar Internet como apoyo constante de actualización.

Graue subraya que la problemática de salud de México se caracteriza por enfermedades terminales, a las que define “de primer mundo”, así como las altas cifras de mortalidad infantil e infecciones, “que reflejan las grandes diferencias sociales del país”. Sin embargo, pese a las relevantes necesidades en la materia, refiere que las autoridades del sector no tienen cabida para los 11 mil alumnos que cada año egresan de las escuelas de medicina.

No obstante que de esta cantidad entre 5 mil 500 y 6 mil ingresan al posgrado, Graue resalta que esto constituye un problema grave, por lo que la UNAM ya firmó un convenio con la Secretaría de Salud “para analizar las condiciones en que deben generarse los recursos humanos en salud del país”.

–¿Qué implica dirigir a la escuela de medicina más importante del país?

–Es una gran distinción, porque, efectivamente, es el cargo académico más importante en educación médica en el país. No sé si el adjetivo importante sea el más adecuado, pero sí es la escuela de mayor trascendencia, por su historia, pues ahí, hace 429 años se dio la primera cátedra y se inauguró la Escuela Nacional de Medicina, además de que cuenta con más de 15 mil estudiantes repartidos entre el pregrado y el posgrado.

–¿Cuáles deben ser las modificaciones que debe incluir el plan de estudios para ponerlo a la vanguardia en una disciplina que evoluciona de manera frecuente?

–El consejo universitario ya dispone que deben revisarse constantemente los planes de estudios, y en el área de medicina, esto es impostergable. Hay dos cosas que preocupan siempre: el contenido académico y el ético en una carrera, para lograr que los estudiantes aprendan a continuar aprendiendo y el desarrollo profesional continuo.

“Para lo primero, hay que incluir las materias que hacen falta y ajustar otras, labor interna que, sin duda, se llevará a cabo exitosamente. Hoy, ante la explosión de la globalización y la posibilidad de todo lo que ha cambiado socialmente, es importante que los alumnos aprendan ética; deben tener claro cuál es el comportamiento de un médico.

“Aquí, la intención es incluir una materia que sea como identidad profesional y ética médica, para crear en ellos la capacidad de razonar de esa forma; esto debe ser una de las piedras angulares del nuevo currículo.

“En el caso de cómo adquirir conocimientos, sí hay forma de lograr mayores habilidades en los alumnos: el manejo de la Red, tanto en atlas, como en reconocimientos de sitios de medicina; que la facultad enseñe a usar Internet y a crear sus propios blogs. En el mundo actual es imposible no mantenerse al día. Se calcula que un médico debe leer 19 artículos diarios; para lo cual hay una red de artículos de literatura científica”.

–¿Cómo impulsar las estrategias nacionales de salud desde la facultad?

–Mediante la investigación básica, pues debemos vincularla con los grandes problemas de salud de México. La Facultad de Medicina se puede ir transformando gradualmente en la gran contestadora al respecto. Posteriormente, debemos vincular los problemas básicos con la investigación aplicada y difundirla porque en ocasiones se demuestran los hallazgos, pero no se aplican, porque no se conocen.

 
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