Fue un montaje, opinan en el instituto electoral
Las “autocríticas” que hizo María del Pilar Guzmán, coordinadora de una vocalía ejecutiva del Instituto Federal Electoral (IFE), ante el presidente Felipe Calderón provocaron suspicacia en el oganismo y la idea de que se trató de un hecho prefabricado.
Las razones, generar el escenario para que en un acto presidencial indirectamente se presentara una visión caótica de la situación que vive el IFE en medio de la indefinición del Congreso para la renovación de los consejeros electorales.
La pretensión, se interpretó en el instituto, era generar el escenario para que Calderón exhibiera no al IFE, sino a la Cámara de Diputados por su inoperancia para designar a los nuevos consejeros.
En medio de la incertidumbre que se vive en el instituto hubo recelo entre los funcionarios para hablar sobre el tema, particularmente cuando, según los líderes parlamentarios en la Cámara de Diputados, falta una semana para las definiciones.
La funcionaria en cuestión es de tercer nivel y sus respuestas carecían absolutamente de conocimiento, tanto del hipotético impacto que tenía una reciente resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre las reglas para los concursos de promoción del Servicio Profesional Electoral –que en nada afectan la atención en los módulos del Registro Federal de Electores–, como de los efectos reales que tiene en la conducción del organismo la existencia de un consejero presidente provisional.