El titular de la SSP dialoga con la cúpula de seguridad

Escalar la lucha antinarco, pide México a Washington

Se busca cerrar el flujo de armas, drogas y dinero ilícito

Hay voluntad plena de apoyar la Iniciativa Mérida, dice

David Brooks (Corresponsal)

Washington, 30 de enero. El titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, realiza una gira de trabajo en esta capital, y se reúne con la cúpula de seguridad estadunidense, legisladores y encargados de la relación bilateral para desarrollar el concepto básico de “corresponsabilidad” y abundar sobre la llamada Iniciativa Mérida en la lucha binacional contra el narcotráfico.

De manera reiterada, García Luna señaló que “el nuevo esquema para combatir el crimen” en México incluye como componente básico la “cooperación en todas la vertientes” con Estados Unidos, en el contexto de la “corresponsabilidad”, donde “ambas partes asumen su responsabilidad” para enfrentar el narcotráfico.

La intención, dijo en reunión con corresponsales en la embajada de México, es “potenciar” y “escalar” todo esfuerzo común, incluyendo compartir “información privilegiada y de inteligencia” con Estados Unidos. Eso es, indicó, más cooperación en flujos no sólo de sur a norte, sino de norte a sur, con la meta de cerrar el tránsito a drogas, armas y dinero ligado al crimen organizado.

Hay disposición para el combate al narco

Afirmó que en sus reuniones ha encontrado una casi universal “apreciación del esfuerzo de México” y “voluntad plena” entre los legisladores de promover y poner en operación la Iniciativa Mérida “lo más rápido posible”. La primera aportación de este plan, de unos 500 millones de dólares –de un total propuesto de 1.4 mil millones–, está en un proyecto de ley de financiamiento para la guerra en Irak, que está en espera de ser debatido y sometido a aprobación en el Congreso.

Enfatizó que este ambiente positivo ante los esfuerzos del gobierno mexicano marca un cambio significativo en la relación bilateral sobre el tema.

En sus reuniones con legisladores, altos funcionarios de secretarías y agencias de seguridad pública, García Luna reportó que hay plena disposición para potenciar esta cooperación antinarcóticos, ya que “están complacidos” y hasta “impactados” por la lucha frontal contra el narco y sus resultados, como la captura de importantes capos del narco y decomisos que han marcado récord mundial (como ejemplo, dijo que para la parte criminal el costo de la confiscación de drogas suma unos 90 mil millones de dólares en producto perdido en el menudeo).

Al preguntarle qué tipo de condiciones tratarían de imponer a la asistencia estadunidense, dijo que este “eje de corresponsabilidad no tiene nada que ver con condiciones”. Insistió en que se trata de un nuevo “esquema” y rechazó que haya algún condicionamiento impuesto a México a cambio de la asistencia. Aseguró que tampoco habrá mayor presencia estadunidense: “en México operan los mexicanos”.

Al preguntarle si esa “corresponsabilidad” implica que los estadunidenses están dispuestos a compartir informes con México sobre traficantes de armas, narcotraficantes y oficiales y políticos corruptos estadunidenses, y si Washington está dispuesto a extraditar ciudadanos de este país para ser procesados en México por tráfico de armas u otros delitos, García Luna dijo que sí, sin ofrecer ejemplos.

Acerca de la ola de violencia en México, dijo que es respuesta a la ofensiva del gobierno contra el narco. Explicó que una “estrategia del crimen es generar violencia” para intentar que la administración se repliegue. Aseguró que “el gobierno mexicano está muy por encima de cualquier organización criminal” y que se continuará promoviendo esta “ofensiva permanente” en la que “vamos con todo”.

En respuesta a la existencia de una averiguación en la Procuraduría General de la República en la que se le acusa de estar ligado de alguna manera al cártel de los Beltrán Leyva cuando fue director de la Agencia Federal de Investigación, García Luna respondió: “es mentira”. Recordó que tiene casi 20 años como funcionario público y que ha sido interlocutor con agencias de seguridad extranjeras. Insistió en que acusaciones de este tipo también surgen del lado del crimen organizado, que busca “desvirtuar” la realidad, así como infiltrar, difamar y corromper las filas de los funcionarios públicos. México, aseguró, “está cambiando”, y la lucha contra la corrupción incluye la capacitación e integración de nuevos cuadros de alta capacidad –a la par con la de países europeos y Estados Unidos–, y dijo que “no vamos a dar ni un paso atrás”.

Comentó que parte de esta lucha es una “competencia” entre el narco y el gobierno por la sociedad. Señaló que los narcotraficantes, al igual que los “terroristas”, requieren de una base social. A la vez, dijo, la policía no puede actuar de manera efectiva sin la “cobija social”. Por eso, agregó, es fundamental el combate a la “contracultura que genera el narco”.