He solicitado entrevistarme con el delegado, sin respuesta, dice el director del recinto
La inseguridad causa estragos al cine; baja la asistencia a la Cineteca: García Tsao
Hay un territorio sin ley; “ir al Metro implica una caminata arriesgadísima”, señala
“Hay un territorio sin ley, una franja que va de las últimas cuadras de la avenida México-Coyoacán hasta llegar a Río Churubusco que afecta a la Cineteca Nacional. Sé que en esta ciudad es difícil hablar de cuáles áreas están protegidas y cuáles no, pero desde que llegué a dirigir la dependencia he notado que el tránsito ahí se pone muy pesado porque muchas personas estacionan sus autos a ambos lados y eso ha facilitado los asaltos”, alertó Leonardo García Tsao.
En entrevista, el funcionario mostró los números que prueban que algo está pasando y que no es bueno para el cine: hubo menos entradas los viernes. “Hablé a la Secretaría de Protección y Vialidad (SPyV) y por un periodo –finales de año– enviaron grúas, pero como la vigilancia no fue permanente comenzaron a estacionarse de nuevo. Por ahí de las seis a siete de la noche se arma un embotellamiento diario, que se agrava porque se pone en segunda fila el camión que vende naranjas o piñas; ya nos informaron de robos, que no son raros en esta cuidad, por desgracia.
“Un tipo con pistola en mano iba asaltando de coche en coche, porque para cruzar (Río Churubusco) la espera es por lo menos de tres semáforos, a lo cual hay que agregar que los policías se ponen a manipularlos y para las siete de la noche eso es un caos. El ratero que vio una de mis secretarias ni siquiera huyó. Fue por otra víctima. Es una zona difícil. Mayorazgo, a eso de las nueve de la noche, hora de nuestra última función, es una catacumba… ¡está oscurísima!”
En varias ocasiones, comentó, ha solicitado entrevistarse con el titular de la demarcación, así como con funcionarios de la SPyV y no ha recibido respuesta.
Elocuente remata: “¡Es un riesgo! Entiendo que nuestro público disminuya para la última función porque algunos vienen en Metro o en pesero. No todos tienen coche, además. Ser peatón es peor e irse al Metro implica una caminata arriesgadísima. Pensamos, varios colaboradores y yo, en crear una especie de puente para llevarlos al Metro, pero no hay presupuesto. La última función es la menos concurrida, siempre.
“La secretaria que me narró el asalto habló a la SPyV; le dijeron que repitiera su llamada cuando volviera a ocurrir, y le dieron un teléfono, el 060. Esto no es nuevo, pues la falta de seguridad afectó al teatro, pero ahora también al cine. Necesitamos un mínimo de apoyo de las autoridades”, imploró.
“Fundada en 1974 como archivo fílmico nacional, la Cineteca Nacional es el organismo gubernamental encargado de rescatar, clasificar, conservar, restaurar, preservar y difundir la obra más destacada de México y el mundo.
A tiempo de evitar mayores problemas
Para García Tsao se está a tiempo de evitar problemas mayores y más asaltos. “La crisis fomenta la delincuencia y los números son muy claros. En el último reporte, por ejemplo, tenemos que el domingo hubo mil 586 espectadores y el sábado mil 494, pero el viernes tuvimos 961. Baja muchísimo. Si tenemos más seguridad y mejor vialidad habrá más público. Aquí el estacionamiento es bastante barato; nada que ver con lo que cobran las cadenas de cine”.
Recordó sin nostalgia (“¡toco madera!”, expresó) cuando hace algunos años “se metían a asaltar la taquilla. Hubo un caso en el que metieron el coche hasta la plaza y se robaron la taquilla. A partir de febrero tendremos un servicio de estacionamiento automatizado, con boleto”.
Anunció que este año, en colaboración con el FICCO, proyectarán un ciclo-retrospectiva de Carl Dreyer, “completo, lo cual será una novedad. Luego vendrá el ciclo dedicado al finlandés Aki Kaurismäki”.
Incremento relativo
En 2007 aumentó la entrada a la Cineteca respecto de 2006, aunque es muy relativo, precisó García Tsao, “pues antes había muchas cortesías, pero sí se incrementó en 6 o 7 por ciento. Por otro lado, sí ha cambiado el criterio de la programación y hemos tratado de conseguir un equilibrio, en el que haya de todo, películas de arte o de fantasmas. Dreyer le importará a quien sepa quién es. Ese es parte del chiste”.
–¿Le preocupan mucho los números, la cantidad de asistentes?
–Sí, porque de ahí dependen nuestros recursos. Nosotros operamos con fondos que nos dan el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la SEP. Eso paga sólo los sueldos; el resto debe salir de nuestros recursos. Tenemos que mantener un ojo muy atento a la taquilla.
–¿Es caro mantener a la Cineteca?
–Sí, sobre todo porque dependemos mucho de la tecnología, en el área de las bóvedas, que son cinco. Tenemos casi 14 mil películas, todas clasificadas.