Con Fox se consolidó una mascarada para exculpar a Gordillo, “principal culpable”
Fue un crimen de Estado, dice la mamá de Misael Núñez, asesinado hace 27 años
“Ya sólo esperamos la justicia divina, porque la de los hombres dio carpetazo al crimen”
Después de 27 años del asesinato de Misael Núñez Acosta, líder social y profesor democrático de la sección 36 del valle de México, “sólo la justicia divina podrá alcanzar a todos los responsables, porque la de los hombres hace tiempo que le dio carpetazo”, denunció Carlota Acosta Hernández, madre del dirigente magisterial.
Aseguró que ha dejado de creer en las instituciones del Estado responsables de impartir justicia, “porque en la administración de Vicente Fox Quesada se consolidó una mascarada, un teatro jurídico para exonerar a Elba Esther Gordillo Morales, principal responsable”. Dijo que “de nada sirvió denunciar ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), ya que todo fue una simulación”.
Considerado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) como uno de los primeros “caídos” de la guerra sucia contra el magisterio, Núñez Acosta enfrentó el cacicazgo de Carlos Jonguitud y Gordillo Morales en el valle de México, además de participar en movimientos de colonos y obreros que exigían mejores condiciones de vida.
“Fue un crimen de Estado. Sabemos quién lo mató, pero también quién pagó y cuál fue el precio por asesinar a mi hijo. Es del conocimiento público que detrás de su muerte estuvo Elba Esther; sabemos quién lo orquestó, por eso le dieron carpetazo”, asegura Carlota Acosta.
Recordó que la tarde del 30 de enero de 1981, tras salir de la escuela primaria Héroes de Churubusco, donde convocó a una asamblea de padres de familia para informar sobre un paro indefinido en el que participaron miles de maestros, quienes demandaban la democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y mejores condiciones laborales, “le dispararon por la espalda, porque hasta en eso fueron cobardes; ni en su muerte pudieron darle la cara”.
La madre del mentor caído afirma que “a pesar de que llevamos casi 30 años pidiendo justicia para mi hijo, sabemos que no contamos con las instituciones, pero nos dejó un legado de dignidad y no vamos a quitar el dedo del renglón. Exigimos castigo para los responsables del asesinato, tanto para los autores intelectuales, como Elba Esther, como para los materiales, a quienes dejaron ir unos días después de recibir sentencia”.
Carlos Núñez Acosta, hermano de Misael, recuerda que la mañana de aquel 30 de enero, “vimos desde temprano que un Le Baron blanco se paró frente a la casa para ver quién estaba. Ya lo andaban buscando, porque la consigna era matarlo donde lo encontraran, pero como no regresó a la casa, se fueron a la escuela de La Loma, y ahí lo mataron”.
Sin embargo, afirma que la muerte de Misael “no ha sido en vano; dejó un legado, porque él siempre busco la justicia para los demás, nos enseñó a organizarnos y a defender nuestros derechos sin importar si eres pobre o no. Por eso no vamos de dejar de pedir castigo para los responsables de su muerte. Sabemos que ya se están muriendo algunos de los que participaron, por eso creemos que de la única que no podrán escapar es de la justicia divina”.