Usted está aquí: martes 29 de enero de 2008 Espectáculos Filipinas emite carta sobre el caso del cineasta Gustavo Loza

Filipinas emite carta sobre el caso del cineasta Gustavo Loza

Juan José Olivares

Luego de la experiencia que vivió el cineasta mexicano Gustavo Loza en Manila, Filipinas –invitado por el gobierno de ese país para impartir un taller de dirección–, donde fue detenido “injustificadamente” cinco días, acusado de terrorismo, el embajador de ese país en México, Antonio Manuel R. Lagmadeo, envió una misiva a La Jornada para dar su versión de los hechos.

“En cuanto me enteré de esta situación, inmediatamente me puse en contacto con las autoridades en el aeropuerto de Manila, quienes me informaron que el señor Loza y la agente encargada de revisar su equipaje tuvieron problemas al tratar de comunicarse en español e inglés, y más aún tras la respuesta del cineasta mexicano, quien al momento de ella preguntarle qué era un objeto determinado, le indicó –según entendimos después, bromeando–, que se trataba de una cámara y no de una bomba o explosivos. Las palabras bomba o explosivos sí fueron entendidas y así empezó todo”, indica el diplomático.

“Por menos de un comentario se han tomado medidas más enérgicas”

En la carta, Lagmadeo continúa: “En Filipinas, al igual que en México, tuvimos que adoptar medidas extremas de seguridad en nuestros aeropuertos tras haber sido testigos de diversos atentados terroristas alrededor del mundo, de los cuales mi país ha sufrido varios. Códigos y estándares de seguridad se implementaron en todos los aeropuertos alrededor del mundo y debemos regirnos por ellos. La cuestión de seguridad es tomada con absoluta seriedad en nuestra nación y actuamos con todo el rigor de la ley ante cualquier posibilidad de amenaza terrorista, por pequeña que sea.

“En cuestiones de seguridad que involucre vidas humanas resulta prácticamente imposible distinguir una broma de una amenaza real, y en cuestiones tan delicadas basta una simple confusión en el lenguaje para traer consecuencias funestas a inocentes. En el mundo actual no se pueden correr riesgos. Hacer una declaración así, aun en tono de broma, es considerado un delito, y por menos de un comentario se han tomado medidas más enérgicas en contra de sospechosos en otras partes del mundo.”

Motivos de la tardanza

El embajador agrega que “de acuerdo con el relato del señor Loza, él no pudo comunicarse con la embajada de México en Filipinas inicialmente; sin embargo, el ministro Oramas, de la embajada mexicana, al enterarse de este asunto contactó a un abogado y no avisaron, sino hasta después, al Departamento de Relaciones Exteriores de Filipinas, ya que iban a tratar de resolver este asunto por su cuenta, lo que fue en parte el motivo por el cual se tardó en solucionar”.

Asegura que “Loza no fue llevado a una cárcel y no se le privó de los alimentos. Permaneció en detención en la oficina de la policía del aeropuerto bajo sospecha de acciones terroristas al haber expresado, en broma, que llevaba explosivos en un avión”. Por ello “la embajada lamenta la generalizada visión de Filipinas como país corrupto, que no refleja la realidad de una nación con suficiente apoyo político para mantener un buen gobierno”.

 
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