A La Habana me voy incluye 51 obras, entre dibujos, grabados y esculturas
Cuba inaugura exposición de José Luis Cuevas
La Habana, 28 de enero. José Luis Cuevas volvió a Cuba para cumplir dos promesas que se había hecho: montar una exposición personal y visitar la población de Sagua la Grande, donde nació su abuela materna.
La muestra A La Habana me voy, la primera visión panorámica de la obra de Cuevas que conocerán los cubanos directamente, está integrada por 51 piezas de distintas épocas, entre dibujos, esculturas y grabados, y quedó abierta hoy en la Galería Latinoamericana de la Casa de las Américas. El martes el artista mexicano recibirá el doctorado honoris causa del Instituto Superior de Arte.
Ausente de la isla durante 45 años, por sus críticas al gobierno de Fidel Castro, Cuevas vino a La Habana en 2004, en lo que entonces llamó su “rencuentro emocional” con la isla, dejando atrás la polémica.
Ahora lamenta la crisis diplomática que estalló entre Cuba y México durante el gobierno de Vicente Fox y celebra el proceso de normalización de relaciones. “Las cosas están cambiando, afortunadamente”, dijo en una reunión con periodistas. “Era algo absurdo este conflicto entre dos países que han tenido una relación espléndida.”
Intenso viaje por la provincia cubana
Junto con su esposa Beatriz del Carmen, Cuevas hizo un intenso viaje por la provincia cubana el fin de semana, entre la capital y Sagua la Grande, en el centro de la isla, donde nació su abuela Felicia Carbonell, hija de catalanes, que emigró a Yucatán a finales del siglo XIX.
Recordó que su primer viaje a la isla, a los 22 años, fue el 2 de diciembre de 1956, el día en que Castro desembarcó para iniciar la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista. En esa ocasión el artista mexicano expuso sus dibujos en el Museo de Bellas Artes. Volvió en 1959, el año del triunfo de la revolución.
A principios de los años 70, Cuevas estuvo entre los firmantes de dos cartas de protesta por las represalias oficiales contra el poeta Heberto Padilla (1932-2000), tras la publicación de un libro descrito aquí como “contrarrevolucionario”. El episodio marcó un punto de ruptura entre La Habana y un sector de la intelectualidad latinoamericana que había respaldado la revolución cubana.
Por ese conflicto Cuevas dejó de venir a Cuba, hasta que volvió hace cuatro años, invitado por el historiador de la ciudad, Eusebio Leal. En esa ocasión expuso cinco xilografías alusivas al Centro Histórico de la ciudad de México.
El creador, que montará en el Palacio de Bellas Artes en mayo próximo la mayor muestra de su obra en México, trajo para su nueva exposición un abanico de propuestas, desde autorretratos de 1969 hasta grabados del año pasado, maquetas de la serie escultórica Animales impuros, de 1997 y el Van Gogh de 2004, su visión personal del artista holandés.