Cada que encarcelan a un narco lo ligan con la muerte del cardenal: Sandoval Íñiguez
Insiste la Iglesia: el caso Posadas, crimen de Estado; “delirantes, las tesis de la PGR”
“Queda claro que se ha ejercido presión a los procuradores generales para cerrar el caso”
Mientras el arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, tomó con escepticismo la captura de Alfredo Araujo Ávila, El Popeye, presunto miembro del cártel de los Arellano Félix y participante en la balacera en el aeropuerto de Guadalajara que le costó la vida a su antecesor, Juan Jesús Posadas Ocampo, el 24 de mayo de 1993, la Arquidiócesis Primada de México insistió en que se trata de un “crimen de Estado” y que hay la sospecha de que “altos funcionarios de administraciones pasadas continúan ejerciendo una eficaz presión para que se cierre la investigación”.
Sandoval Íñiguez sostuvo que “cada que logran encarcelar a un narco lo ligan con el caso Posadas, y dicen que él fue quien lo mató. Tienen como unas tres docenas de narcos ahí, según eso, culpables del caso Posadas”.
En una rueda de prensa a la que convocó para fijar la postura del Arzobispado de Guadalajara en torno a la supuesta liga de Araujo Ávila con el asesinato del cardenal Posadas Ocampo, Sandoval Íñiguez sostuvo que la desconfianza es por que podrían obligar al capturado a que se asuma como culpable y diga que lo confundió con Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, hipótesis que ha manejado la Procuraduría General de la República (PGR).
En esta coyuntura, Sandoval Íñiguez anunció que en las próximas semanas presentará al papa Benedicto XVI su renuncia y esperará la decisión del pontífice, el único con autoridad para decidir sobre su futuro. De acuerdo con información de Notimex, el prelado sostuvo que al cumplir 75 años el próximo 28 de marzo, presentará su dimisión, como lo establece el Código de Derecho Canónico.
Por su parte, la Arquidiócesis Primada de México expresó su solidaridad con la de Guadalajara en su exigencia de justicia en el caso del asesinato de Posadas Ocampo, y consideró vergonzoso que hasta ahora no exista nadie sentenciado como autor material o intelectual del asesinato.
Ayer, por segundo día, esta arquidiócesis volvió a referirse al tema, en esta ocasión en el Servicio de Información de la Arquidiócesis de México, donde señaló que el interés de las autoridades eclesiales en México y el Vaticano en resolver el caso “ha sido constante a lo largo de casi 14 años; la Secretaría de Estado del Vaticano, el Episcopado Mexicano y especialmente la Arquidiócesis de Guadalajara continúan insistiendo en disipar las dudas de lo que indica ser un crimen de Estado”.
Se refirió a “las evidencias que los abogados del cardenal Sandoval Íñiguez han presentado a las autoridades mexicanas que involucran complicidad y conocimiento anticipado del asesinato del cardenal Posadas”. La PGR, agregó, ha manejado diversas tesis, “que van de lo delirante a lo ridículo, y que han cambiado cada vez que la sociedad exige el esclarecimiento de los hechos”.
Agregó que “del avance de la investigación se desprende que fue un crimen de Estado y que los involucrados han obstaculizado la investigación y presionado para que no se concluya el caso de manera satisfactoria, de acuerdo con la verdad de los hechos”.
Recordó que durante el sexenio pasado hubo una presión constante de los obispos mexicanos, quienes enviaron siete cartas al presidente Vicente Fox Quesada, solicitando profundizar en la investigación y sacar a relucir la verdad.
Lo único que queda claro, señaló, es que “se ha ejercido presión hacia los procuradores generales de la República que conocieron el asunto, para que lo retrasaran, hicieran la investigación del homicidio de manera superficial y, de ser posible, cerraran el caso”.