Informe sobre el Plan Mérida justifica la solicitud de más recursos para México
Resaltan “riesgo” que asumió Calderón al pedir ayuda a EU para combatir al narco
La desconfianza histórica hacia Washington ha impedido establecer lazos más cercanos, dice
El apoyo previsto por el Plan Mérida, en su primera etapa, para combatir al narcotráfico en México (500 millones de dólares en 2008) representa el doble de los recursos aportados para este rubro por el gobierno de Estados Unidos durante el periodo 2000-2006, señala un informe del Congressional Research Service (CRS).
Lo anterior, de acuerdo con el documento denominado The Merida Initiative: guns, drugs and friends, que es discutido en el Congreso de Estados Unidos en el contexto del proceso legislativo para aprobar los recursos destinados a México. El texto además da cuenta que la agencia antidrogas estadunidense (DEA, por sus siglas en inglés) gastó durante el sexenio de Vicente Fox 124 millones de dólares para mantener sus oficinas y agentes en el país.
El informe, que fue elaborado para los miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadunidense, destaca también la importancia que tiene que el presidente Felipe Calderón haya asumido el “riesgo político” de acercarse a Washington para fortalecer la relación bilateral, lo cual debe ser tomado en cuenta a la hora de votar el ejercicio fiscal 2008, y con ello los recursos para el Plan Mérida.
Al respecto, añade que fue el presidente Felipe Calderón el que le propuso a su homólogo, George W. Bush, concretar un plan bilateral para “fortalecer” la cooperación bilateral y regional en contra del tráfico de drogas y del crimen organizado.
El texto, cuya copia tiene La Jornada, sostiene que después de que Calderón expresó este interés a Bush en su primer encuentro, en noviembre de 2006 (el primero en calidad de presidente electo), y posteriormente en su reunión en Mérida, en marzo de 2007, fue que los mandatarios decidieron impulsar la concreción de un plan específico de colaboración.
Entre abril y mayo del año pasado, comités técnicos de ambos gobiernos se reunieron en Washington “para empezar la discusión bilateral sobre las bases de la propuesta mexicana”.
De acuerdo con el texto, dicho proyecto es importante porque le ayudaría a México a realizar un mejor trabajo en la lucha contra los traficantes de drogas que envían cocaína, mariguana y precursores químicos para elaborar metanfetaminas hacia Estados Unidos; “es de todo nuestro interés hacer esto (apoyar el acuerdo)”.
Además de que representa una oportunidad para Washington de fortalecer la cooperación bilateral en materia de seguridad, la cual fue descuidada por el gobierno de Bush, como consecuencia de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El documento destaca también que la desconfianza “histórica” de México hacia su vecino del norte ha impedido establecer lazos más cercanos que beneficien a los dos países.
Agrega: “el presidente Calderón ha tomado un considerable riesgo político al acercarse a Estados Unidos”, lo ha hecho, añade el documento, porque es del mayor interés para la seguridad nacional de su país y porque para combatir estos delitos trasnacionales se requiere de una colaboración más estrecha.
El Plan Mérida, subraya, “representa una rara oportunidad para construir una base sustentable de cooperación con México en temas de la agenda común. Dejar pasar estar oportunidad sería un grave error que tendría un impacto negativo en la relación bilateral” e iría en contra de los intereses estadunidenses.
El documento menciona que 90 por ciento de la cocaína que ingresa a Estados Unidos proviene de México, por lo que hace falta incrementar los 250 millones de dólares que el gobierno estadunidense ha destinado a nuestro país en asistencia contra el narcotráfico entre 2000 y 2006.