TOROS
César Rincón, otro ausente en el festejo de aniversario
Así como entró, Joselito Adame salió del festejo del próximo 5
No cabe duda: la vida, como decía Juan Rulfo, sigue siendo muy poco seria en sus cosas. Más tardó la empresa de Rafael Herrerías y Víctor Leal en anunciar, finalmente, la esperada contratación de Joselito Adame para la Plaza México, que éste en caer herido, con una cornada de tres trayectorias en una axila, en su natal Aguascalientes. Ambos acontecimientos se produjeron el sábado.
Ese día, por la mañana, Leal, dio a conocer los carteles para la corridas del domingo 3, lunes 4 y martes 5, que celebrarán el 62 cumpleaños del pozo de Insurgentes, y por la tarde, alternando con Fernando Ochoa en la tierra donde vio la primera luz, Joselito fue empitonado cuando intentaba un farol de rodillas. Por la noche, por suerte, los médicos revelaron que la herida no era profunda: cada uno de los boquetes abiertos por el pitón mide apenas 10 centímetros, pero el diestro estará fuera de combate 10 días.
¿Esto lo sacará del cartel del 5 de febrero, en donde se planeó que confirmaría su alternativa de manos de José Tomás y teniendo como testigo a Alejandro Amaya? Habrá que esperar para saberlo. Por lo pronto, Joselito perdió la corrida de ayer, en la plaza de La Luz, de León, Guanajuato, donde el público había agotado el boletaje para verlo también junto a José Tomás, con lo que ese festejo, en el marco de la tradicional feria de enero, dejó de ser tan interesante como parecía, ya que el artista madrileño, que regresó a los ruedos con bombo y platillo, pronto se devaluó, al menos en nuestro país, en cuanto se hizo notoria su disposición a matar chivos en lugar de toros hechos y derechos.
La lesión de Joselito Adame, si de plano lo quita del cartel de aniversario en la México, hará que ese escenario le quede aún más grande al medroso y sobreprotegido Alejandro Amaya, a quien Herrerías y Leal otorgaron un puesto de honor, absolutamente inmerecido, porque no ha hecho nada relevante, ni en esta temporada de la miseria, ni en la anterior, ni en ninguna que se recuerde. A nadie le pasa por alto, en cambio, que el muchacho es el favorito de Jorge Hank Rhon y del obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, lo que dicho en buen castellano significa que a la mejor alguien desembolsó una fortuna para poner al niño entre dos gigantes.
Y por increíble que parezca, hasta el sábado pasado y a escasos ocho días de la miniferia de tres corridas, la ineptitud extrema de Herrerías y Leal había sido incapaz de redondear el primero de esos carteles, el del próximo domingo, en que estarán Humberto Flores, Uriel Moreno El Zapata “y otro”, con reses de tres ganaderías. ¿No es el colmo?
Para el lunes 4, hará el paseíllo Sebastián Castella en combinación con Ignacio Garibay y “otro”, lo que destruye la posibilidad de que veamos al colombiano César Rincón, quien tras su actuación el sábado antepasado en Apizaco se reintegró a las ferias de Sudamérica, porque aquí no hubo quién atinara a contratarlo. Pero si el país está como está bajo la mafia que lo “gobierna”, por qué en los toros –espejo metafórico de la realidad– la situación debería ser menos nefasta.