Festeja las investigaciones de la comisión de competencia a solicitud de Telefónica
Presentará la Canitec pruebas para declarar la dominancia de Telmex
Una regulación eficiente garantiza que bajen las tarifas para los usuarios, afirma
La Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec) señaló que las investigaciones por dominancia en contra de Teléfonos de México (Telmex) y Telcel iniciadas por la Comisión Federal de Competencia (CFC) son una señal positiva de que el gobierno federal busca equilibrio en la industria de las telecomunicaciones y garantizar la competencia.
El presidente de la Canitec, Alejandro Puente Córdoba, aseguró que “una regulación eficiente en el sector de las telecomunicaciones garantiza competencia y disminución de tarifas para los usuarios”, por lo que la intervención de la CFC para conocer, ordenar y equilibrar este mercado es un paso importante.
La semana pasada la CFC inició cuatro investigaciones, dos de ellas a solicitud de Grupo de Telecomunicaciones Mexicanas (GTM), en el que opera la española Telefónica, y otras dos por un acto de autoridad. Puntualizó que ninguna de las investigaciones debe entenderse como “un prejuzgamiento” sobre la existencia de poder sustancial de algún agente económico, ya que se trata de una actuación de la autoridad.
Nuevo frente en la batalla de cableros
Días antes, Alejandro Puente, encabezando a 200 empresas de la Canitec, abrió un nuevo frente en la batalla que los cableros mantienen con Telmex, al señalar que con las prácticas de la telefónica los consumidores mexicanos padecen a una empresa que quiere imponer sus propias leyes sin importar las reglas que marcan las autoridades mexicanas, con consecuencias en el costo de los servicios que ofrece.
Aseguró que ante la inminente modificación del título de concesión de la empresa de Carlos Slim, la Canitec presentará todas las pruebas posibles ante la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), la CFC y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que declaren la dominancia de la telefónica y establecer reglas especiales para su operación.
Por ello, advirtió que lejos de ceder a presiones de Telmex, el gobierno federal debe revisar de forma integral su título de concesión para corregir vicios y obligar al cumplimiento cabal de sus obligaciones; emitir las declaraciones de dominancia de dicha empresa, así como la de Telcel; expedir la regulación específica para generar competencia efectiva sobre bases no discriminatorias, y que todos los involucrados en el caso cumplan estrictamente con el marco jurídico aplicable.
Puente refutó las acusaciones del director de Comunicación de Telmex, Arturo Elías, en sentido de que con este reclamo la Canitec busque proteger “el monopolio de las cableras, los monopolios regionales”. Puente aseguró que esas figuras no existen en ningún sentido y mucho menos “cuando en cada localidad hay entre tres y cuatro empresas ofreciendo el servicio”.
Explicó que hay 200 empresas afiliadas a la Canitec y que ninguna trabaja como monopolio, “sólo en Puebla operan Amascom, Megacable, Ultravisión y Sky, de manera que en un mercado con cuatro participantes no se puede hablar de monopolio, dijo. Lo que Telmex busca es confundir a los consumidores, pero la Canitec tiene argumentos sólidos sobre el desempeño de la empresa”.
Aseguró que el poder que ejerce Telmex sobre el mercado de las telecomunicaciones le permite aplicar tarifas altas, y obstaculiza a los consumidores mexicanos que no tienen la oportunidad de recurrir a servicios más económicos y de calidad. “En la Canitec no le queremos cerrar el paso a Telmex en el mercado de la televisión, pero sí queremos que haya reglas claras, equitativas y condiciones para competir”.
Por eso la Canitec presentará a las autoridades una denuncia encaminada a que se declare la dominancia de Telmex y Telcel, se establezcan reglas claras para su participación en el mercado de la televisión por cable y se respeten las leyes.
Señaló que Telmex “siempre gana los juicios” y acostumbra imponer sus propias reglas sobre la ley, como ha hecho al rechazar las áreas de larga distancia diseñadas por la Cofetel, y poner en marcha su programa de ciudades vecinas, con repercusiones directas sobre los consumidores que cada vez están más involucrados en el uso de los servicios de telecomunicación.