Disquero
Poeta
En coincidencia con la aparición en México del álbum del francés Jean Yves Thibaudet dedicado a la música de Bill Evans, apareció una antología del maestro estadunidense. Se titula The best of Bill Evans y cumple con creces el propósito de una buena antología: es un retrato fiel de la obra antologada. La muestra en todo su esplendor y en todas sus variantes: piano integrante de una banda, teclado equilátero de un trío, teclas solistas. Esplendor.
No es ciertamente la única antología existente. Otros cernidos destacan sesiones en vivo, grabaciones en trío o solistas. El que ahora aparece no solamente abarca distintas instrumentaciones sino también el periodo de despegue del maestro, los denominados “Riverside Years”, que corrieron entre 1956 y 1963. El listado del personal que participa es el auténtico Olimpo de la cultura jazz: alientistas de lujo como Zoot Sims en el sax tenor y el maestro del sax alto Cannonball Adderley, el flautista Freddie Hubbard. El listado completo de contrabajistas que trabajaron con Bill Evans en ese periodo: Ron Carter, Paul Chambers, Pearcy Heath, Teddy Kotick, el gran Scott La Faro. Y también los bateristas: Paul Motian, Phil Joe Jones, Corine Ray y Larry Bunker.
En años posteriores se añadirían luminarias incandescentes como el gran maestro Eddie Gomez. Hay que hacer notar que Bill Evans otorgó al bajo acústico del lugar preponderante del que hoy goza: un igual entre pares, sobre todo en el formato trío. La pieza que uno repite y repite y repite es una de las más hermosas que jamás se hayan concebido: Peace Piece, tan bella de nombre como de contenido, un poema en piano solo que rebasa lo sublime, más allá de las palabras. Uno se inclina ante esta obra como lo hace ante una mujer hermosa con un verso de Shakespeare: all the mighty forces down to your beauty.