Presentaron su novela Isla de bobos, en la Casa Refugio Citlaltépetl
García Bergua explora “el heroísmo desde el fracaso y la ilusión”
La escritora requirió casi una década para completar ese libro acerca de los sobrevivientes de Clipperton
Evitó el relato testimonial y se metió en la piel de los personajes
La escritora Ana García Bergua requirió casi una década para completar la novela Isla de bobos (Seix Barral), en la que recrea la tragedia que vivieron a principios del siglo pasado un grupo de militares porfiristas y sus familias abandonados en la isla Clipperton, un pedazo de roca lleno de guano, cangrejos y pájaros bobos, ubicado en el océano Pacífico, a mil cien kilómetros de la costa.
Se trata de una anécdota “con un amplio margen de fascinación” que ha sido abordada por varios narradores. No obstante, García Bergua evitó la tentación de presentar un relato testimonial o documental y se metió en la piel de sus personajes para detallar el naufragio, la muerte y la sobrevivencia, “temas intensos de la condición humana”, señaló Mónica Lavín durante la presentación del volumen.
En una velada que se llevó a cabo en la Casa Refugio Citlaltépetl, la noche del jueves, la escritora agregó que Isla de bobos es un relato entrañable, sin prejuicios o ingenuidades que teje el regreso a tierra firme de las mujeres y niños sobrevivientes.
Sin perder la esperanza
En su turno, la narradora Rosa Beltrán señaló que García Bergua eligió como tema el falso heroísmo –que es el mismo de muchos de los hombres que han construido esta nación–, así como el inútil combate.
Este libro, prosiguió, hace reflexionar al lector en torno a una pregunta: “¿qué significa ser héroe hoy? Ese es el asunto de esta novela. Otro acierto es hablar del heroísmo desde el fracaso, de la ilusión y su costo, así como la habilidad de la autora para crear atmósferas, no en balde ha sido escenógrafa. Es una historia triste que sin embargo no logra hacer perder la esperanza”.
Otra de las presentadoras, Adriana Díaz Enciso, envió un texto que fue leído por Julia, la hija de Ana García Bergua, en el cual resaltó los elementos de horror, drama y aventura que tiene la novela.
“Ana se reinventa, sorprende a sus lectores más fieles, muestra su sentido del humor, sin ser superficial, elementos siniestros, y el desencanto para develar en este relato el absurdo infinito de la existencia humana.
“Otro gran acierto: presenta a través de diversas voces y tiempos narrativos un retrato de un México de un tiempo pasado, en el cual se percibe su conocimiento vastísimo de la historia, así como de los usos y costumbres, la alta sociedad y sus manías, y el pueblo y las suyas”, concluyó el texto de Díaz Enciso.