Apunta contra un segmento del proceso y deja intactos otros eslabones, señala
De ficción, la lucha de México contra el narcotráfico: Carlos Montemayor
Pone el PRI plazo de 18 meses para crear policía de elite y que el Ejército regrese a los cuarteles
El crimen organizado supera al Estado en armas y dinero, advierte la CNDH
Ampliar la imagen El escritor Carlos Montemayor en imagen de archivo Foto: Francisco Olvera
En México se pone en riesgo al Ejército, a las corporaciones policiacas y al propio Estado en función de una lucha, que parece más una disputa por el control monopólico del narcotráfico en favor de Estados Unidos, que una lucha contra todo el complejo proceso que engloba el narcotráfico, advirtió el escritor Carlos Montemayor.
El especialista comentó que saber cómo se arriesgan ejércitos, policías y estados para ayudar a Estados Unidos a controlar los 30 dólares de cada 100 que genera el narcotráfico y se le escapan, nos obliga a ver de otra manera este proceso, por eso concluye que en gran parte la lucha antinarcóticos en México se trata de una “ficción”, porque va contra un segmento de un proceso mucho más amplio y complejo, de un proceso al que no se le toca en otros eslabones.
Como es sólo una lucha contra el trasiego de droga, entonces debemos concluir que no es totalmente cierta la lucha frontal contra el narcotráfico, pues no va contra la totalidad del proceso ni tiene una contrapartida en el interior de Estados Unidos. “Lo que quiero decir es que cuando hablamos de lucha contra el narcotráfico no es contra toda la cadena ni es en cualquier territorio”, dijo.
Valiosa intervención: Beltrones
En Aguascalientes, Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la bancada priísta en la Cámara de Diputados, se pronunció porque el Ejército Mexicano regrese a los cuarteles a más tardar en 18 meses, mientras la Secretaría de Seguridad Pública crea una fuerza policial de elite capaz de enfrentar al crimen organizado.
“(En el PRI) reconocemos lo valioso que ha sido su intervención ante la incapacidad que han tenido las policías para presentar resultados favorables frente a la delincuencia organizada, pero seguimos pensando y exigiendo que se ponga un plazo para que el Ejército regrese a los cuarteles, y que sea tan amplio como se necesite para crear una fuerza de alto nivel civil para combatir a la delincuencia en el futuro.
“Sentenciar al Ejército a permanecer en las calles indefinidamente sería lo peor que nos pudiera suceder y ello ameritaría un cambio constitucional y creo que no es el caso”, señaló.
“El Ejército tiene semicontrolado este problema, pero nosotros nos volveremos sumamente exigentes en los próximos años con el gobierno de la República, porque los instrumentos (jurídicos) que le hemos dado son enormes y muchos de ellos han generado críticas por afectar los derechos humanos”, comentó.
En Zacatecas, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes Fernández, dijo que para poder enfrentar al crimen organizado y ganar la guerra al narcotráfico es necesario que el gobierno federal invierta más recursos en los sistemas de seguridad.
Durante una visita de trabajo, el ombudsman señaló que las autoridades responsables de la seguridad deben implementar estrategias específicas contra los grupos del narcotráfico, tomando en cuenta que la delincuencia organizada supera al Estado en armas y dinero.
Soberanes Fernández reiteró que no es conveniente que el Ejército Mexicano asuma la responsabilidad de la seguridad pública, como lo está haciendo en zonas consideradas de alto impacto, entre ellas los estados de Sinaloa, Baja California, Nuevo León, Michoacán y Guerrero.
Pero “no se puede sacar al Ejército Mexicano de la noche a la mañana, porque llevaría al país a un caos”, y detalló que tiene que ser “una salida paulatina, pero además tiene que preparar a la policía adecuadamente, una policía preparada para enfrentar al crimen organizado”.
Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, dijo por su parte que el incremento de las actividades del narcotráfico afecta a las familias católicas, sobre todo las que se ven involucradas en estas actividades.
“Nos duele la marginación de la mujer, la exclusión de los indígenas; hay muchos fenómenos en los que la Iglesia no puede ser insensible”, expresó.
Claudio Bañuelos, Gerardo Flores y Misael Habana, corresponsales; Daniela Morales, de La Jornada Michoacán