El acuerdo comercial “no está escrito en piedra”, afirma Jaime Antonio Paz Arrezola
Alto mando de la Sagarpa admite que es posible renegociar el TLCAN
Representantes de ANEC y El Barzón critican la política federal para el campo
Ampliar la imagen Marcha de tractores en Zacatecas Foto: David L. Read
Altos mandos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) analizan la posibilidad de renegociar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ya que ese acuerdo “no está escrito en piedra”, dijo Jaime Antonio Paz Arrezola al participar como representante del subsecretario de Agricultura en la mesa redonda El TLCAN y su impacto en el campo mexicano.
“Es posible renegociar ese acuerdo comercial y tendrá que hacerse en su momento”, abundó el también director del área de investigación y transferencia tecnológica de la Sagarpa durante la sesión de preguntas y respuestas; minutos antes, en su exposición, recordó que el titular de la dependencia, Alberto Cárdenas Jiménez, ha insistido en que es imposible renegociar el TLCAN porque se requiere el acuerdo de los gobiernos y de los congresos de Estados Unidos, Canadá y México, y eso es prácticamente imposible.
Ante la postura contradictoria del representante de la Sagarpa, Iván Polanco, de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (Anec), y Pablo Gómez, de El Barzón, puntualizaron que por esas actitudes poco claras de los funcionarios el movimiento campesino ya no reconoce como interlocutor a Cárdenas Jiménez ni a su equipo de colaboradores, y exige una respuesta del presidente Felipe Calderón.
La batalla campesina desde 1993, antes de la firma del TLCAN, ha sido por un cambio del modelo de política pública para el sector agropecuario, ya que México tiene potencial suficiente para producir en breve hasta 29 millones de toneladas de maíz y dejar de importar el grano de Estados Unidos, abundaron los representantes de las organizaciones campesinas.
“Hablamos de un problema de falta de modelo de país y de políticas públicas que ha dejado como consecuencia el estancamiento nacional y que, en el caso del campo, ha derivado en la concentración del mercado agropecuario en grandes empresas. Hoy el gobierno tiene pavor de renegociar el TLCAN porque lo considera su biblia”, puntualizó Polanco.
Además, dijo el barzonista Pablo Gómez, el gobierno mexicano, lejos de pugnar por un comercio de iguales y exigir a Estados Unidos y Canadá que respeten la cultura y tradiciones de los campesinos, se ha sometido a sus socios comerciales.
En la mesa redonda, organizada por el Frente de Sindicatos e Instituciones Agropecuarias y Tecnológicas, Antonio Turrent, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), advirtió que de no defenderse los recursos filogenéticos nativos y la producción de los pequeños y medianos campesinos, México podría perder en pocos años algunas de las variedades criollas de maíz.
Desmintió a quienes han tachado de improductivos a los campesinos, ya que hace una década los investigadores del Inifap habían planteado que en el país se podrían producir 22 millones de toneladas de maíz.
Ahora que ya se logró ese volumen, añadió, los estudios revelan que se puede llegar a cosechar 29 millones de toneladas aprovechando la tecnología y los recursos naturales, particularmente de la región sur-sureste. Incluso en 25 años, siguió, se podrían obtener 56 millones de toneladas anuales “si no dejamos que se vaya por el drenaje el potencial de tierras aptas para el cultivo”.