Astillero
Roces fronterizos
Carta del embajador de la corona
Gases y balas en Tijuana
¿Pretextos para doblegar aún más?
El embajador de Estados Unidos en México, Antonio O. Garza júnior, envió ayer una extensa carta a “colegas y amigos” en la que, de entrada, advierte que “el primer mes de 2008 ni siquiera ha terminado y es obvio que este año va a estar atareado”. En su escrito, el muy activo diplomático menciona las medidas de reactivación de la economía de su país, promueve exposiciones, simposios y conferencias y precisa que el pasado 7 se reunieron representantes “de alto nivel” de los países firmantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte para confirmar sus compromisos en materia de “competitividad” agrícola.
Pero la parte más interesante de la carta del señor Garza júnior se refiere a la lucha contra el narcotráfico. “Tristemente –señala el texano, casado con una de las principales empresarias de México–, el año comenzó con una erupción de violencia cerca de la frontera, la cual ha causado preocupación sobre la seguridad de nuestras comunidades”. El representante del gobierno de George W. Bush cita algunos ejemplos de ese torbellino de violencia que ha enfrentado a policías y soldados con narcotraficantes y que ha generado asesinatos, detenciones, balaceras públicas y conmoción social. Y enseguida, en “una nota personal”, agradece a todas las autoridades mexicanas involucradas “en la captura y arresto de Jesús Navarro Montes”, quien “es presunto responsable de atropellar y matar a un agente de la Patrulla Fronteriza en la frontera entre Baja California y Yuma, Arizona, el pasado sábado 19 de enero”. Es vital, establece Garza júnior, “que los oficiales de procuración de justicia en ambos lados de la frontera sepan que tienen el apoyo de nuestros gobiernos para perseguir a cualquiera que intente hacerles daño y que México y Estados Unidos están preparados para llevar a los criminales ante la justicia”.
Por desgracia, las reflexiones y sentencias del embajador no parecen alcanzar a sus compatriotas que han cometido actos de agresión a mexicanos. Por ejemplo, lo sucedido un día antes de que Tony, como le llaman sus amigos, hiciera pública su carta: el reciente miércoles, agentes de la Patrulla Fronteriza hicieron al menos dos detonaciones de arma de fuego y lanzaron cuando menos una bomba de gas lacrimógeno a un lugar de Tijuana en respuesta, según las primeras versiones extraoficiales –pues el gobierno gringo no ha fijado postura sobre el caso– a que un grupo de presuntos polleros habría lanzado desde México piedras a los policías del otro lado del río. Yolanda Pérez Velázquez, de 28 años, fue llevada a la Cruz Roja porque el gas lacrimógeno estalló a unos metros de donde trabajaba, en la maquiladora Corceles del Norte, en el fraccionamiento Garita de Otay. Los directivos de la empresa decidieron evacuar a sus trabajadores ante la imposibilidad de seguir laborando. No es, desde luego, la primera ocasión en que se producen esas incursiones de proyectiles en Tijuana: en noviembre de 2007, la citada Patrulla Fronteriza ya había arrojado artefactos provocadores de llanto a la colonia Libertad, que el primero de enero volvió a recibir descargas de esas bombas.
Los roces fronterizos han desembocado, sin embargo, en una actitud rijosa y retadora de los agentes estadunidenses que, con exceso de celo, o ánimo provocador, parecieran estar predispuestos a generar un problema gubernamental de dimensiones programadas. La historia mexicana, de la que poco o nada saben los ocupantes del actual gobierno federal (más bien mentalmente colonizados, desde los flancos hispanos o gringos), muestra sin sombra de duda que el imperio vecino provoca incidentes menores para “justificar” intervenciones mayores, segregar territorios o riquezas y doblegar aún más a nativos mayordomos prontos. Frente a la creciente agresión de policías estadunidenses contra ciudadanos mexicanos, y al envío de bombas, así sean lacrimógenas, a territorio nacional, el gobierno calderonista no ha podido levantar quejas o presentar un frente diplomático de defensa. Vaya, ni siquiera ha redactado alguna cartita inocua dirigida a sus “colegas y amigos”. Silencio y arrinconamiento, porque en las alturas del poder colonizado sólo piensan en beneficiarse de los reacomodos comerciales del negocio de la droga y en los bisnes por venir, sobre todo el energético.
Astillas
El gobernador yunquista de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, dará mañana, en Silao, unas palabras de bienvenida a los miembros del movimiento católico conservador denominado Testimonio y Esperanza que participarán en la peregrinación anual al Cerro del Cubilete. La movilización de jóvenes adoradores de Cristo Rey fue iniciada 25 años atrás por Marco Antonio Adame, quien actualmente es gobernador de Morelos… El presidente del Centro Empresarial Coahuila-Sureste, Jorge Verástegui Saucedo, dijo ayer que, “en su pequeño cerebro”, el gobierno federal no entiende la importancia de la carretera Saltillo-Monterrey, en la que han sucedido varios accidentes mortales. El calderonismo no actúa con velocidad para construir una autopista en ese tramo “porque no tienen gente, parientes, amigos o conocidos que se les estén quedando muertos”. Pero, retó el líder empresarial, si las autoridades federales “no saben, les enseñamos; si no pueden, les ayudamos, y si no quieren, le entraremos nosotros”... Jorge Hank Rhon celebrará sus 52 años de vida este sábado en el rancho Nirvana, del estado de México. Se espera la presencia de Roberto Madrazo, Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña Nieto… Agentes federales se desplegaron en Ciudad Obregón, Sonora, en busca de familiares del narcotraficante Alfredo Beltrán Leyva, recientemente detenido. Cuando el comandante de la AFI, Javier Martínez Valdez, vio que había reporteros presentes en uno de los operativos, se enojó: “¿Qué hacen aquí? A ver, yo también los voy a tener checados. ¿Qué carros traen? No se preocupen, no les va a ir tan mal”, dijo, según el diario Frontera. Luego tomó fotografías a los reporteros y sus vehículos… Y, mientras hoy se estrena Cobrador, la nueva película del maestro Paul Leduc, basada en tres relatos del brasileño Rubem Fonseca, ¡feliz fin de semana!