El Mochomo, al penal del que huyó El Chapo
La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) trasladó la madrugada de este miércoles al penal de máxima seguridad de Occidente (antes Puente Grande) en Jalisco, a Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, a fin de que sea juzgado por delincuencia organizada, delitos contra la salud y posesión de armas y cartuchos de uso exclusivo del Ejército.
La Procuraduría General de la República (PGR) decidió solicitar la orden de captura a un juez de Jalisco y encarcelar a El Mochomo, uno de los principales operadores del cártel de Sinaloa, en la misma prisión de la cual escapó en enero de 2001 el líder de ese grupo, Joaquín El Chapo Guzmán.
En ese contexto, Eduardo Medina Mora, titular de la PGR, afirmó que se obtuvieron indicios de que los hermanos Marcos Arturo y Héctor Beltrán Leyva, también líderes de la organización que dirige El Chapo Guzmán Loera, se escondían en las casas que fueron cateadas el pasado martes en la ciudad de México.
La consignación de El Mochomo, los cateos y el seguimiento de las investigaciones para capturar a más integrantes del cártel de Sinaloa –también llamado del Pacífico–, forman parte de la nueva estrategia del gobierno federal para disminuir la operatividad de los cárteles de la droga que operan en territorio mexicano, señalaron funcionarios de la PGR.
En ese contexto, la madrugada de este miércoles personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y agentes federales participaron en el operativo de traslado de Beltrán Leyva de las instalaciones de la SIEDO al penal de máxima seguridad de Occidente.
Cabe recordar que El Mochomo y sus tres escoltas, fueron detenidos el pasado lunes en Culiacán, Sinaloa, por integrantes del Ejército Mexicano acantonados en la novena Zona Militar.
Alfredo Beltrán Leyva y tres de sus cómplices –Javier Hugo Urquiza Inzunza, Flavio Manuel Castro León y José Uistesingo Barraza– quedaron a disposición de los jueces federales adscritos a Jalisco, y en los próximos días se definirá si los dejan en libertad o les decretan auto de formal prisión.
Parte de las pruebas que el Ministerio Público Federal aportó para que se les siga proceso penal a los cuatro detenidos, están en el armamento que se les aseguró en el momento de su captura, como son un fusil AK-47, ocho armas cortas, dos maletas con 900 mil dólares, y también las pruebas que se han recopilado en los últimos años dentro de las investigaciones que inició la Procuraduría General de la República en contra de integrantes del cártel de Sinaloa.
En ese contexto, el procurador Medina Mora declaró que los hermanos Marcos Arturo y Héctor Beltrán Leyva habitaron las casas cateadas el martes y que se localizan en las colonias San Angel Inn, Romero de Terreros y Pedregal de San Angel. En esos domicilios, además de la detención de 11 sicarios, los agentes federales decomisaron, entre otras cosas, fusiles de asalto, lanzagranadas, granadas de fragmentación y ensordecedoras.
Finalmente, Medina Mora dijo al respecto que los 11 detenidos siguen rindiendo su declaración ministerial en las instalaciones de la SIEDO.