No hubo forcejeo ni se encontraron rastros de alcohol o drogas
Necropsia echa por tierra versión del policía que ultimó a joven de 19 años
El homicidio de Juan Carlos Salas Falcón no se dio durante un forcejeo, ni tampoco se encontraba bajo los efectos de sustancias prohibidas en el momento en que fue ultimado por Andrés Hernández Regino, policía de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) adscrito a la Unidad de Protección Ciudadana Teotongo, quien en la actualidad se encuentra preso en el Reclusorio Sur por ser presunto responsable de los delitos de homicidio y abuso de autoridad.
El resultado de la necropsia realizada por el Servicio Médico Forense (Semefo), que forma parte del pliego de consignación que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) envió al juez 30 de lo penal, establece que la causa de la muerte fue “un proyectil de arma de fuego que penetró” en la espalda, y que el disparo se realizó “a más de un metro de distancia”.
Con ello la declaración ministerial de Hernández Regino se viene abajo, ya que el policía relató que los hechos ocurrieron durante un forcejeo que tuvo con el joven de 19 años.
El resultado de la autopsia también reveló que Salas Falcón no había ingerido alcohol ni drogas, horas antes de su ejecución, situación que contrasta con las primeras versiones que indicaban que el joven se encontraba drogado.
En esta ocasión y debido a los elementos de prueba que recabaron las autoridades ministeriales, no se aplicó el acuerdo A/004/2007 de la Procuraduría General de Justicia publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 14 de febrero de 2007, que abre la posibilidad de que los integrantes de los cuerpos de seguridad que se vean involucrados en actos presuntamente delictivos durante el ejercicio de sus funciones queden bajo custodia de sus mandos inmediatos y enfrenten el proceso en libertad bajo reservas de la ley.
Será en el transcurso de este miércoles que el juez correspondiente determine si dicta el auto de formal prisión a Andrés Hernández.
Por lo pronto, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) solicitó ayer por la mañana a la Secretaría de Seguridad Pública un informe de lo sucedido, el cual se espera sea contestado en los próximos días. Por la tarde, la cuarta visitadora del organismo, María Alejandra Nuño Ruiz Velasco, y los visitadores responsables de la investigación contactaron a los familiares de Salas Falcón.
Este caso se suma al de los hechos ocurridos hace un año, cuando Albano Ramírez Santos, un transportista que intentó infructuosamente quitarse la vida al lanzarse a las vías del Metro, falleció por los golpes que le propinaron policías preventivos en su traslado a la Agencia 50 C del Ministerio Público.
El caso de Albano Ramírez derivó en una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos local, la cual fue aceptada por la Secretaría de Seguridad Pública y que incluye la posibilidad de contratar a un hijo de la víctima para que se desempeñe en tareas administrativas dentro de la corporación.
En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal existe una iniciativa, denominada ley del uso proporcional de la fuerza para cuerpos policiales, la cual es promovida por el titular de la SSP-DF, Joel Ortega Cuevas.