Afirma que ha cumplido casi 90% de su plan de gobierno, al cumplir 2 años en la presidencia
Irreversible, la revolución cultural y democrática en Bolivia: Evo Morales
Admite el insuficiente avance tanto en la construcción como en la asignación de viviendas
Multitudinaria marcha de trabajadores de la COB en demanda de incrementos salariales
Convoca a indígenas, campesinos, obreros y mineros a conformar una alianza estratégica
Ampliar la imagen Llegada del presidente boliviano, Evo Morales, al Congreso Nacional donde presentó su segundo informe de gobierno; lo acompañan la congresista Cristina Carita (a la izquierda) y la senadora Angela Murakami Foto: Ap
La Paz, 22 de enero. La Paz fue hoy escenario de multitudinarias marchas de trabajadores con demandas salariales y de campesinos que celebraban los dos años de gobierno del presidente Evo Morales, quien aseguró que la revolución democrática y cultural en Bolivia es irreversible pues, dijo, el pasado colonial del país ya no puede repetirse.
Al presentar su segundo informe de gobierno ante el Congreso Nacional, el primer mandatario indígena de este país recordó que el pueblo boliviano lo eligió en diciembre de 2005 para cambiar “y eso estamos haciendo con humildad, honestidad y trabajo, pese a la oposición de las fuerzas conservadoras”.
Ante autoridades civiles y militares, así como el cuerpo diplomático acreditado en el país, destacó que los dos años de su gestión han servido “para abonar e iniciar el camino de las transformaciones estructurales que requiere el país y para darle una dirección estratégica al desarrollo nacional” en el que ha habido no sólo cambios de autoridades, sino de actores sociales.
No obstante, lamentó que aún existan en el país el racismo y la intolerancia, sobre todo de familias que, dijo, no aceptan la presencia indígena en el gobierno, y aseveró que el único camino para lograr la reconciliación nacional es cerrar “las venas abiertas de América Latina que ha dejado la Colonia” lo que se logrará con justicia, igualdad y tolerancia.
Morales se centró en los logros de su gobierno y aseguró que ha cumplido entre 80 y 90 por ciento de los diez puntos de su plan de gobierno planteado durante su campaña, entre los que mencionó la Asamblea Constituyente, que ya entregó el texto de la nueva Constitución y la nacionalización de los hidrocarburos.
Asimismo, mencionó la recuperación de las dos refinerías de petróleo para el país, la ley de Andrés Ibáñez para las autonomías departamentales, la ley de reconducción de la Reforma Agraria y el inicio de una “revolución agraria” y la austeridad y transparencia de su gobierno.
El plan de desarrollo productivo requiere más tiempo
Admitió que el plan de desarrollo productivo necesita tiempo y muchos recursos económicos, lo mismo que la aplicación de un plan de seguridad ciudadana eficaz.
Entre los fracasos, reconoció el insuficiente avance en la construcción y asignación de viviendas, por segundo año consecutivo, y la falta de mantenimiento de los caminos.
Morales, que rechazó críticas a su supuesto sectarismo de gobierno, llamó a los movimientos sociales de indígenas, campesinos, obreros y mineros, a una alianza estratégica para que formen parte de una Coordinadora Nacional por el Cambio, que sería la instancia máxima para decidir los cambios políticos en el país, “por encima del gabinete” sin que su participación en la misma signifique que sean integrantes del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
Fuera del Palacio Legislativo, en la Plaza Murillo, miles de campesinos, indígenas y trabajadores se concentraron para escuchar el informe presidencial y participar de los festejos callejeros para celebrar los dos años de gobierno de Morales.
En otra marcha convocada por la Central Obrera Boliviana (COB), los trabajadores demandaban aumento salarial. “Pedimos que el gobierno responda al pliego de los trabajadores, porque hasta ahora no hay respuesta a nuestras demandas”, afirmaban.
Además, un atentado con dinamita destruyó al filo de las 13 horas de hoy gran parte de las oficinas de la Representación Presidencial para la Asamblea Constituyente en La Paz, sin que se reportaran heridos.
El hecho ocurrió en el piso 15 del edificio El Cóndor, cuando todos los funcionarios de esa entidad salieron a almorzar. Un informe preliminar de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y la Unidad de Bomberos, indicó que el atentado fue perpetrado con dinamita y su onda expansiva llegó a afectar los pisos 14 y 16 del edificio.
El coordinador de la Repac, Juan Carlos Pinto, atribuyó la agresión a “personas que están en contra de la democracia” y del trabajo que realiza esa entidad al difundir la nueva Carta Magna, aprobada por la Asamblea Constituyente.
Previamente, el presidente del Congreso y vicepresidente de la república, Álvaro García Linera, aseveró que en la actualidad no hay dos proyectos de país confrontados en Bolivia, nación en la que 55 por ciento de la población es indígena.
Sin embargo, advirtió que hay una escisión previsible del bloque conservador desplazado del poder en dos grandes vertientes: “uno democrático y uno conservador radical violento, minoritario, que quisiera cambiar el curso por el uso de la violencia y la intolerancia”, aunque confió en que será el pueblo, en por lo menos dos referendos en 2008, el que con su voto elija una salida pacífica al conflicto que se vive en el país.
En otro asunto, el gobierno declaró emergencia nacional para afrontar los efectos de las lluvias que han azotado en los últimos días a casi todas las regiones del país y han dejado un saldo parcial de 22 muertos, cerca de 20 mil familias afectadas y pérdidas económicas por 30 millones de dólares.
Las torrenciales lluvias –atribuidas al fenómeno climatológico La Niña–, que caen desde noviembre, han ocasionado la crecida y el desborde de los ríos, en al menos seis de los nueve departamentos del país, con reportes oficiales de cortes de rutas vitales para el tránsito de carga y pasajeros.
Con la declaractoria del estado de emergencia se agilizará el desembolso de recursos a las regiones afectadas, principalmente en los departamentos de Santa Cruz, Beni, La Paz, Cochabamba y Chuquisaca.