Incumple gobierno de Querétaro obras en zonas indígenas
Cadereyta de Montes, Qro., 21 de enero. Catorce comunidades indígenas de este municipio han resultado afectadas por los trabajos del proyecto Acueducto II, con el cual el gobierno estatal prevé trasladar cada año 50 millones de metros cúbicos de agua desde esta zona del semidesierto hacia el área metropolitana de Querétaro.
Desde enero de 2006, representantes del gobierno estatal convencieron a ejidos y comunidades de Cadereyta de Montes de firmar convenios, en algunos casos en comodato y otros de compraventa, para que la tubería del Acueducto II pase por sus tierras.
A cambio, la autoridad se comprometió a realizar obras públicas, como la construcción de casas de salud, escuelas, una red de distribución de agua, auditorios y oficinas para comisarías o delegaciones de los ejidos, que ofrecieron concluir entre junio y diciembre de ese año.
Según el gobierno estatal, en este proyecto se invertirían alrededor de 2 mil millones de pesos.
Casi un año después, representantes ejidales dijeron sentirse engañados por la administración que encabeza el gobernador panista Francisco Garrido Patrón: Ninguna obra está concluida y las máquinas están destrozando más terrenos de los especificados en el convenio, y en trazos que tampoco estaban pactados.
Sólo abusos y promesas incumplidas
El comisario de bienes comunales de El Sombrerete, Alejandro Hernández Fontanei, y Pedro Chávez Ramírez, subdelegado de Amolitos, coincidieron en que fueron engañados por representantes del gobierno estatal, porque el acuerdo era afectar hasta 9.5 hectáreas de sus terrenos por donde pasará la tubería, pero en realidad la maquinaria ha destrozado hasta 14 hectáreas.
Otras comunidades por donde no estaba contemplado que pasaría el ducto de agua también han resultado afectadas. “Dijeron que no iban a tocar al ejido Puerto Sombrerete. Hoy que nos dimos cuenta le van a trozar cinco kilómetros”, dijo Alejandro Hernández en entrevista.
En El Sombrerete se pactó construir, entre otras obras, un plantel de bachillerato. Sólo se edificaron dos aulas y un baño, pero “no les pusieron puertas ni ventanas. Dejaron todo ahí”. Así, 45 alumnos aún toman clases en un local prestado.
Los casi 800 habitantes del ejido Amolitos acordaron vender al gobierno estatal cantidades no especificadas de sus tierras en cuatro millones de pesos, con la promesa de que se instalaría en la comunidad una planta potabilizadora, como parte del proyecto Acueducto II.
Sin embargo, las máquinas ingresaron sin previo aviso para abrir caminos e invadieron zonas que no estaban incluidas en el convenio.
“A pesar de que estamos jodidos en la comunidad, nos tomaron el pelo estos señores (representantes del gobierno estatal). Nos engañaron, se fueron a lo que ellos sabían, porque uno como ranchero de una comunidad indígena no tiene asesoría”, expresó Pedro Chávez.
“El agua va a llevar desarrollo para allá (la capital de Querétaro). También nosotros, como indígenas, queremos que del desarrollo nos toque algo”, agregó Alejandro Hernández.