Usted está aquí: martes 22 de enero de 2008 Política Tras la salida de Mouriño la Oficina de la Presidencia pierde facultades

Lo sucede en el cargo Gerardo Ruiz Mateos, quien deja la Coordinación de Gabinete

Tras la salida de Mouriño la Oficina de la Presidencia pierde facultades

Uno de los beneficiados con los cambios es César Nava, secretario particular de Calderón

Claudia Herrera Beltrán

El traje a la medida diseñado para Juan Camilo Mouriño durante su estancia en Los Pinos dejó de existir. El presidente Felipe Calderón ascendió ayer a Gerardo Ruiz Mateos, quien fungía como coordinador de Gabinete y proyectos especiales de la Presidencia de la República y su hombre de confianza en las finanzas, a jefe de la Oficina de la Presidencia, sólo que con facultades disminuidas.

Calderón emitió ayer un decreto en el Diario Oficial de la Federación en el que repartió cinco de las 16 funciones que tenía la Oficina de la Presidencia de la República entre la Secretaría Particular y la Coordinación de Comunicación Social, con lo que, abajo del michoacano, se creó un poder tripartita en Los Pinos.

El más beneficiado con los cambios fue el también michoacano César Nava, ratificado secretario particular, que desde ayer no depende de la Oficina de la Presidencia y absorbe sus tareas políticas, aunque en los hechos, según fuentes de Los Pinos, parte de esas funciones se las llevó Mouriño a Gobernación.

A partir de ayer, Nava asumió cuatro atribuciones que correspondían a la Oficina de la Presidencia: mantener las relaciones interinstitucionales de Los Pinos con las dependencias y entidades de la administración pública federal y, en general, con otras instituciones del sector público, privado y social; diseñar la agenda y el calendario de giras del Presidente.

De acuerdo con el Diario Oficial, también se encarga de coordinar, conjuntamente con el Estado Mayor Presidencial, las giras del jefe del Ejecutivo federal y la asistencia de éste a actos públicos, tanto en el interior del país como en el extranjero, y recibir la documentación dirigida a los servidores públicos de la Presidencia y turnarla para su adecuación y atención.

Maximiliano Cortázar se mantiene como coordinador de Comunicación Social, sólo que opera con mayor autonomía, pues, a diferencia de antes, dependerá directamente del Presidente, como responsable de conducir y evaluar las tareas de comunicación social de la Presidencia y coordinar en esta materias las acciones de las dependencias y entidades de la administración pública federal.

También fue desaparecida la Coordinación de Imagen y Opinión Pública, que estaba a cargo de Alejandra Sota, y en su lugar se establecieron la Coordinación de Estrategia y Mensaje Gubernamental, que sigue a cargo de la funcionaria, y la Coordinación de Opinión Pública, para la que se perfila Rafael Giménez Valdés, quien como director de ARCOP fue el encuestador oficial de Calderón durante la campaña presidencial. Patricia Flores Elizondo, sobrina del secretario de Turismo, continúa como coordinadora general de administración.

Más ajustes

Si bien se descartan otros cambios en el gabinete, en Los Pinos continuarán los ajustes, ya que están pendientes la designación de los sustitutos de Dionisio Pérez-Jacome Friscione en la Coordinación de Asesores, y de Gerardo Ruiz en la Coordinación de Gabinete y Proyectos Especiales. En los próximos días se espera que Cortázar nombre a José Mauricio Guerrero Gómez, agregado de prensa de la embajada de México en Canadá, como su segundo de a bordo.

Con esta restructuración, Ruiz Mateos se limitará a coordinar el trabajo interno en Los Pinos, lejos de las poderosas facultades que tenía el ahora secretario de Gobernación y que pasaron a la historia con la modificación del decreto publicado el 4 de diciembre de 2006.

Como ha ocurrido en las recientes designaciones, Calderón confió los puestos de mayor importancia a sus hombres más cercanos, con los que comparte un lazo de amistad desde la juventud y que lo han acompañado desde las épocas más difíciles en que buscaba ser candidato presidencial.

Así lo demuestra la asignación de Ruiz Mateos, secretario ejecutivo del PAN cuando Calderón era dirigente de ese partido, con 12 años de militancia en el blanquiazul y que se ha distinguido por su perfil discreto en los cargos que ha ocupado al lado del michoacano. El nuevo jefe de la Oficina de la Presidencia también corresponde con el perfil de los altos funcionarios de gobiernos panistas que preferentemente son egresados de universidades particulares. Ruiz es ingeniero industrial y de sistemas por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, cuenta con una especialidad en economía y finanzas y con un diplomado en formación social impartido por la Unión Social de Empresarios de México, así como con un curso en alta dirección en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa.

Inició su carrera en el ámbito empresarial, donde fue director de la compañía Automotive Moulding de México, hoy Linde Pullman México; también fue presidente de la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural en el estado de México, en 1995, y encabezó la Unión Social de Empresarios en 2000.

Su trayectoria en el ámbito político se circunscribe al círculo calderonista. Fue coordinador de administración y finanzas de la campaña presidencial y luego se desempeñó como coordinador técnico de la etapa de transición.

 
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