Unos 100 manifestantes marchan desde Monterrey en apoyo al obispo de Saltillo
Emprenden ONG una caravana hacia Coahuila para “proteger” a Raúl Vera
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El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, acosado por defender a víctimas de violación y de actos de pederastia
Foto: Guillermo Sologuren
Activistas de agrupaciones civiles iniciaron ayer en Monterrey, Nuevo León, una caravana hacia la capital de Coahuila para manifestar su solidaridad al obispo de Saltillo, Raúl Vera López, ante los ataques y el acoso al que ha sido sometido en meses recientes por su compromiso con las luchas sociales y por haber escrito el prólogo de un libro que denuncia la pederastia en la Iglesia católica.
Casi 100 manifestantes se reunieron frente a la catedral de Monterrey y ahí emprendieron la marcha, en vehículos y un autobús, a las 11 de la mañana. Antes entregaron en ese recinto un escrito dirigido al cardenal José Francisco Robles Ortega para invitarlo a que exprese públicamente su solidaridad “con su hermano de fe, ejemplo de integridad moral y de entrega a su misión terrena que es don Raúl Vera López”.
Entonando cánticos y coreando “no estás solo”, los activistas convocaron a la población a mantenerse atenta para formar un escudo de protección al obispo de Saltillo, a quien también entregaron un mensaje escrito para agradecerle su compromiso con los más débiles y su lucha incesante por la verdad.
“Hermano Raúl, gracias por tu presencia decidida y clara al lado de nuestras hermanas de Ciudad Castaños, victimadas por una sociedad injusta y ultrajadas por ciega violencia militar; por sumar tu voz al clamor de huérfanos, viudas y padres desolados para rescatar la verdad, la justicia y los cuerpos de los mineros sepultados en Pasta de Conchos desde la mañana sombría del 19 de febrero de 2006, que son parte de tu sangre.
“Sin odios, como tú nos enseñas y nosotros actuamos, pero con firmeza e indignación, rechazamos las amenazas, injurias y atentados de que eres objeto; las asumimos como inferidas a nosotros mismos y resolvemos unirnos a la indignación del caso hasta que Acteal, Pasta de Conchos, Ciudad Castaños y los atentados pederastas queden esclarecidos ante la conciencia nacional y se haga justicia a todos y cada uno de nuestros hermanos y hermanas victimados”.
La investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Liliana Palacios Hernández, lamentó el silencio que la jerarquía católica ha mantenido ante los ataques contra Raúl Vera, y dijo que “ojalá que este ejemplo tan pequeño de quienes estamos hoy aquí, motive al cardenal de Monterrey, Robles Ortega, a romper esa coraza con la que se cubren muchas veces los políticos y los mismos representantes de la Iglesia, para que se hagan un poco más sensibles a las demandas de un pueblo que sufre”.
Señaló que la ofensiva contra Raúl Vera, quien desde que estuvo como obispo auxiliar de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, se puso de lado de los débiles, se intensificó a finales de 2007 a raíz de que escribió el prólogo el libro de la periodista Sanjuana Martínez, que aborda el problema de la pederastia clerical, ya que el ataque contra sus oficinas ocurrió el pasado 20 de diciembre, poco después de que apareció el referido texto. “Creemos que al mensaje nada más le faltó la rúbrica”, concluyó.
Mencionó que el respaldo de Vera López a las mujeres violadas por militares en el municipio de Castaños, Coahuila, lo llevó a enfrentar un juicio canónico que promueve el juez penal de Monclova, Hiradier Huerta Rodríguez –a cargo del juicio contra los militares violadores a quien Vera acusó de haber emitido una sentencia débil– donde se demanda su salida de la diócesis de Saltillo.
En la caravana, una joven demandó a gritos “queremos obispos del lado de los pobres”. Raúl Vera respondió: “Ustedes me llenan de esperanza”.