Lleva el nombre de Juan Reynoso, fallecido hace un año
Homenaje en vida a cinco músicos de son calentano
Se trata de una generación que se extingue: antropóloga
Ampliar la imagen Juan Reynoso (1912-2007), virtuoso violinista de Tierra Caliente, en imagen de junio de 2001, durante una entrevista con La Jornada Foto: José Núñez
A un año de la muerte de don Juan Reynoso, virtuoso violinista de Tierra Caliente, este sábado y domingo se realizará un homenaje en vida a cinco figuras del son calentano, contemporáneos o herederos suyos: Ángel Tavira –reconocido protagonista de la película El violín–, Cástulo Benítez, J. Natividad Leandro, Zacarías Salmerón y el Grupo de Pedro Ignacio.
El homenaje, que llevará el nombre de don Juan Reynoso (1912-2007) y se realizará en la Plaza de las Artes del Centro Nacional de las Artes, comenzará ambos días a partir de las 14 horas e incluirá la participación de los grupos Los Hermanos Tavira y Los Salmerón.
Se presentará también un disco de don Ángel Tavira e hijos y se proyectarán los documentales Tierra Caliente. Se mueren los que la mueven, de Francisco Vargas, y 100 años de Pungarabato en Guerrero, de José Luis Santamaría, además de la exposición y venta de artesanías de esa región cultural.
La idea del homenaje surgió, comenta la antropóloga Amparo Sevilla, titular de Vinculación Regional del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, porque hay muchos músicos calentanos excelentes pero no han tenido el reconocimiento merecido.
“Se trata de una generación de grandes violinistas que está por extinguirse. El homenaje a ellos es, de alguna manera, una acción urgente por parte de las instituciones. Debe reconocerse la existencia no sólo de don Juan Reynoso, quien fue un virtuoso, sino de la generación que formó parte y de los músicos siguientes”, y agrega:
“Es muy importante que además de reconocerlos a ellos, veamos la forma en que puedan heredar sus conocimientos musicales a los jóvenes. Son parte de un patrimonio que si no hay una continuidad de esos saberes, todos perderemos esa riqueza.”
El virtuosismo, exigencia
Uno de los problemas que enfrenta el son calentano, abunda Sevilla en entrevista, es que a diferencia de sones como el huasteco o el jarocho, aquél aún no se encuentra en un proceso de revitalización regional y cada vez son menores las posibilidades de difundirse y apreciarse.
“El son de Tierra Caliente poco se conoce fuera de la propia región. De las músicas regionales, es de las menos conocidas”, señala.
Además, continúa, el son de la Tierra Caliente –que incluye los estados de Guerrero, Michoacán y México, con extensiones importantes en Jalisco y Colima– enfrenta la mayor difusión y presencia de la llamada música grupera, preferida por las nuevas generaciones.
A ello debe agregarse la exigencia del son calentano de un elevado virtuosismo, sobre todo en el violín, y que muchos de los violinistas prefieren explorar géneros más comerciales como el mariachi, más redituables y con menores requerimientos musicales.
Sevilla aclara que sí hay nuevos valores del son calentano, como Serafín Alponte, aunque no es un fenómeno generalizado, y que además, a través del Programa de Desarrollo Cultural de Tierra Caliente, se han creado talleres para niños y jóvenes en Michoacán y Colima, aunque aún no en Guerrero, México y Jalisco.
Recuerda que dicho programa, comenzado en 2004, ha realizado dos encuentros de músicos y bailadores, el primero en Cuyutlán, Colima, y el segundo en La Huacana, Michoacán. El tercero será este año en Guerrero, aunque aún no se precisa fecha ni municipio sede.