La PGR dejó de usar en octubre de 2006 el herbicida para destruir cultivos ilícitos
Aún sin realizar, los análisis sobre la contaminación de Paraquat en suelo
Informe ambiental señala que el laboratorio carece de reactivos y equipo para efectuar los estudios
La dependencia transfirió a Sedena los almacenes donde guarda el tóxico
A pesar de que la Procuraduría General de la República (PGR) afirma que “en forma permanente la institución desarrolla actividades de prevención y protección ambiental en las áreas donde se almacena, maneja y aplica el herbicida” Paraquat, el informe más reciente de resultados del Programa Anual de Monitoreo Ambiental, de agosto de 2006, señala que el laboratorio de estudios y desarrollo no contaba “con los reactivos e instrumentos necesarios para realizar el análisis correspondiente para detectar residuos” de ese químico en suelo, y tampoco para determinar afectaciones a los cuerpos de agua, pese a que es considerado tóxico.
La PGR aplicaba el Paraquat para destruir cultivos ilícitos, y si bien desde octubre de 2006 dejó de utilizarlo, los equipos de fumigación, el herbicida y las instalaciones que servían de bodegas para guardar el químico fueron transferidos a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en las condiciones en que estaban.
A pesar de que el informe de agosto de 2006 de la PGR reconoce fallas y averías en los equipos, sus conclusiones fueron que los materiales se “encontraron, en general, en buen estado”.
En 2006, la PGR capacitaba al personal encargado de las labores de erradicación mediante la entrega de trípticos, indica el informe obtenido mediante una solicitud al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), con el folio 0001700162307.
El informe, elaborado por la Unidad de Operaciones y la Dirección General de Erradicación de la Agencia Federal de Investigación (AFI), refiere que en una de las bases en las que se realizó el monitoreo anual, debido a que no se contaba con un sitio fijo para su funcionamiento, no existían contenedores para desechos tóxicos, ni de arcilla para casos de derrame, tampoco había señalamientos de seguridad e higiene relacionados con el uso de la sustancia tóxica que se maneja, y menos aún con botiquín de primeros auxilios, regaderas ni lavaojos.
Respecto de lo que señala como almacén localizado en “la zona norte”, se menciona que ese sitio no tenía pasillos para facilitar el libre manejo del producto, debido a la existencia excesiva de herbicida, y que además “se observó que el piso del lugar se encuentra bastante deteriorado, y al fondo se tienen unas llantas almacenadas y la parte externa del mismo se encuentra rodeado de maleza”.
Durante la inspección a los equipos de aspersión, en uno de los casos del muestreo no fue posible realizar la medición de presión en las boquillas de equipos, “porque no contaban con manómetro”.
Otra muestra de la situación del equipo con el que se realizaba la fumigación, que desde mediados de 2007 se transfirió a la Sedena, es que en un caso requería “reparación general, debido a que las mirillas de nivel graduadas en galones ya no se percibe, el tubo del aguillón tiene fisuras, el motor falló en alguna ocasión, las compuertas de descarga de emergencia están muy duras, el tanque tiene un balazo (ya está sellado) y le falta pintura, (y) la manguera que une el tanque con la válvula mezcladora tiene fuga”.
Respecto del efecto de la aspersión en el ambiente, se menciona, en relación con los suelos afectados por fumigación, que “debido a que el laboratorio de estudios y desarrollo no cuenta con los reactivos e instrumentos necesarios para realizar el análisis correspondiente y detectar la presencia de residuos de Paraquat en suelo, no se tomaron las muestras respectivas en las bases de operación señaladas; sin embargo, de acuerdo con las pruebas realizadas y monitoreos ambientales anteriores, se determina que no hay afectaciones en el suelo debido al uso y aplicación de Paraquat, esto se refuerza con la literatura que asegura que el herbicida se inactiva con la presencia de arcillas”.
En cuanto a los cuerpos de agua, el informe indica que no fue posible realizar la prueba “debido a que el laboratorio de estudio y desarrollo no cuenta con los reactivos y materiales necesarios para determinar afectaciones en los cuerpos de agua empleados como recargaderos; a este respecto se establece que debido a la diferencia de volúmenes agua-herbicida sí existe contaminación en los cuerpos de agua, (pero) no es considerada significativa debido a la concentración, la cual podría ser una trillonésima parte, y posteriormente inactivada por la presencia de arcilla en el agua”.